Deontay Wilder (i) y Tyson Fury se empujaron durante la conferencia de prensa previa a la pelea de este sábado. (AP)
Entre empujones y nuevas amenazas de nocaut, Deontay Wilder y Tyson Fury volvieron a verse en Las Vegas, en una conferencia de prensa que se puso candente rumbo a una pelea cada vez más esperada por ambos.
Tras su arribo oficial a Las Vegas el martes, ayer se volvieron a encontrar, aunque la cordialidad pareció haberse quedado en el olvido, ya que cada uno se propinó un empujón antes de comenzar con la rueda de prensa, además de insultarse en reiteradas ocasiones.
"Nadie te va a salvar, voy a noquearte de forma devastadora y no vas a saber ni quién eres, tengo un brazo derecho privilegiado y el sábado acabaré contigo", le dijo Wilder al retador británico.
"The Bronze Bomber" pondrá en juego el título de peso completo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) ante "The Gypsy King" Fury en el MGM Grand Arena de Las Vegas, Nevada, en una esperada revancha.
Con récord de 42-0-1 y 41 nocauts, el estadounidense se dijo seguro de realizar la undécima defensa de su cetro, listo para ser la cara de los completos en el pugilismo actual, "estoy persiguiendo eso y espero cumplir mis metas y sueños".
Fury (29-0-1, 20 KOs), en tanto, manifestó que será una de las mejores peleas de los últimos tiempos y que será él quien salga con el brazo en alto.
"No puedo esperar más para esta grandiosa pelea en los últimos 50 años en la máxima división. Deontay y yo pondremos todo en la línea, todos saben quiénes somos y definitivamente sé que soy el mejor boxeador", concluyó Fury.
