Seis muertos en las últimas 24 horas, frente a los ocho que se registraron durante todo marzo, abril, mayo y junio: la segunda oleada del coronavirus continúa su escalada en Palestina. (ARCHIVO)
Seis muertos en las últimas 24 horas, frente a los ocho que se registraron durante todo marzo, abril, mayo y junio: la segunda oleada del coronavirus continúa su escalada en Palestina.
El total de muertos en Cisjordania, Gaza y Jerusalén Este se eleva a 37, informó hoy la agencia de noticias oficial Wafa. La cifra se ha disparado este mes en la que se considera una segunda ola de la pandemia, mucho más fuerte que la primera.
A finales de junio había solo ocho víctimas mortales, pero estas se han multiplicado casi por cinco en cuestión de dos semanas, una tendencia preocupante, que siguen también los datos de infecciones.
El 15 de junio, había tan solo unos 500 infectados. A finales de ese mes ya superaban los 2,500 y en lo que va de julio se han superado los 7,000. De estos, más de cinco mil están activos en estos momentos.
El territorio más afectado es Cisjordania (con un total de 6,230 infecciones), al que le sigue Jerusalén Este (807), según Wafa.
Gaza, por su parte, se mantiene a salvo: no ha registrado un aumento en los últimos días y mantiene una cifra estable de 72 contagios y una sola muerte.
Hasta ahora, el mayor foco de contagios está en la gobernación de Hebrón, en el sur de Cisjordania.
El Gobierno palestino -tras haber levantado la mayor parte de restricciones en mayo- decretó de nuevo el confinamiento en todas las provincias cisjordanas el pasado 3 de julio. Pero el cierre no parece haber frenado la expansión de la enfermedad, y en los últimos días se sigue contabilizando centenares de casos nuevos.
Esto podría llevar a las autoridades palestinas a extender el confinamiento, que en principio se debería levantar mañana.
La primera ola de COVID-19 tuvo un impacto moderado en Palestina, pero este rebrote supone una marcha atrás peligrosa. Israel está viviendo una situación similar y se ha visto también obligado a volver a imponer varias de las restricciones que habían sido anuladas.
