Ansiosa. La actriz, Susana Alexander, desea volver al teatro, pero sabe que primero es la salud.
Susana Alexander ha estado siempre arriba de un escenario o frente a una cámara desde hace 69 años, por eso estos casi cuatro meses de encierro le han hecho desear una sola cosa: "Quisiera estar en vivo, arriba de un escenario, por lo menos con la gente sin importar dónde sea la función, quiero ver a las personas sentadas y yo trabajando para ellos, solamente así siento que soy, porque uno está siendo mientras está haciendo".
Por esta razón decidió unirse a la tendencia que muchos de sus colegas han seguido, contar historias usando las plataformas digitales.
"A los actores nos quitaron los teatros, el único lugar donde podíamos estar con la gente, que es cuando verdaderamente significamos algo, yo soy actriz porque me está viendo el público, para que el fenómeno del teatro se dé tiene que haber dos cosas: público y actor.
"A mí me cuesta mucho trabajo esto de la era digital y ahora veo que uno sí se puede enganchar, porque hay tanto chisme y cosas buenísimas que entiendo eso".
La actriz explicó que se dio cuenta que los teatros serán los últimos en abrir, al igual que los espectáculos musicales, por lo que decidió darle una oportunidad a la tecnología e integrarse a las propuestas artísticas digitales, donde ella puede leer poesía, cuentos, cartas y hacer monólogos.
"Llevo muchos años haciendo este tipo de espectáculos, entonces lo único que tuve que hacer fue conformar nuevos materiales para esto, además el nombre de mi espacio se llama El rincón de la cana al aire; es para que la gente tenga contenido con belleza".
Susana Alexander explica que sólo los viernes es cuando abre las sesiones al público, porque su proyecto forma parte del curso de verano para abuelos de la Academia de Teatro Musical Yunuén de la Mora y para acceder a estas presentaciones que se realizan de 11 a 12 horas vía Zoom, el acceso tiene un costo muy accesible.
"Nada más 100 pesitos porque dije, aquí nadie tenemos dinero, hoy en día esa cantidad es más que suficiente para que las personas entren al recital de ese día".
Tan emocionada esta Susana con esta dinámica, que decidió abrir su cuenta de Instagram para compartir su contenido por esa vía, ya que cuenta con Facebook y canal de Youtube, que pueden encontrar usando su nombre.
Susana Alxander nació en la Ciudad de México, hija de Alfredo Alexander-Katz y Brígida Kauffmann Rosenstein, inmigrantes judíos alemanes que dejaron Europa durante la Segunda Guerra Mundial.
Es tía de la actriz Sophie Alexander-Katz. Ha participado en televisión en innumerables teleteatros, programas culturales, telenovelas y cápsulas de poesía y en teatro tanto clásico como contemporáneo y su incansable labor dentro de la educación.
Ha dado talleres para maestros, conferencias motivacionales para padres de familia y ha actuando en escuelas de todo el país.
En 1960 inició su carrera teatral con la obra Variaciones para cinco dedos, bajo la dirección de José Luis Ibáñez.
A partir de entonces ha participado en innumerables obras y espectáculos teatrales recorriendo desde el repertorio clásico hasta el contemporáneo universal: Hamlet de Shakespeare, Electra de Eurípides, Las 4 estaciones de Arnold Wesker, Buenas noches mamá de Marsha Norman, Yo madre, yo hija de Loleh Bellon, Punto y coma de Margaret Edson, Yo soy una buena madre judía de Dan Greenburg y Cómo envejecer con Gracia de Mayo Simon, entre otras.