El medico de Trump ha evitado dar detalles de su estado en atención a las normas sobre privacidad. (EFE)
El trato especial que recibió Donald Trump y que le dio acceso a una medicina experimental para combatir el COVID-19 plantea interrogantes acerca de la calidad de los servicios médicos que recibe el estadounidense común y el derecho del público a conocer su estado de salud, según expertos en cuestiones médicas y éticas.
El laboratorio Regeneron Pharmaceuticals Inc. reveló el martes lo inusual que es que alguien reciba la medicina que se le dio al presidente sin haberse completado los estudios de rigor. Se cree que la medicina, que genera anticuerpos que ayudan al sistema inmunológico a combatir el coronavirus, es muy prometedora.
Trump también recibió el antivírico remdesivir y el esteroide dexametasona, pero es imposible saber si alguna de esas medicinas funcionó.
“Merece un trato especial en vista del cargo que ocupa”, afirmó George Annas, quien dirige un centro de la Universidad de Boston abocado a las leyes y la ética en el campo de la salud. “Lo que hay que ver es si el tratamiento fue bueno”.
Estas medicinas no han sido ensayadas en enfermedades de mediana gravedad y tampoco han sido usadas en forma combinada. El empleo del esteroide parece ir en contra de los lineamientos habituales a partir de lo que dicen los médicos sobre la gravedad de su contagio.
“El público está recibiendo mensajes cruzados acerca de su estado y eso es un problema”, manifestó Annas, agregando que la opinión pública tiene derecho a saber todo lo que puede afectar la capacidad de Trump de desempeñar sus funciones.
CÓMO FUE QUE RECIBIÓ LA MEDICINA
Los médicos de Trump pidieron el Regeneron al amparo de las reglas que dictaminan su “empleo compasivo”, que permiten a un paciente en peligro de muerte recibir medicinas experimentales si no se pueden apuntar en un estudio de esa medicina y no hay buenas alternativas. Si se hubiese apuntado en un estudio, se hubiera expuesto a quedar en un grupo seleccionado al azar que no necesariamente recibirá la droga.
Las solicitudes compasivas se deciden caso por caso y deben ser aprobadas tanto por la empresa farmacéutica como por la Administración de Alimentos y Medicinas (conocida por sus siglas en inglés, FDA). Una portavoz de la FDA se negó a comentar el tema y a decir si otros habían pedido usar la medicina.
¿QUÉ TAN ESPECIAL ES ESTA MEDICINA?
Se han aceptado menos de diez solicitudes para su uso experimental, según la portavoz de Regeneron Alexandra Bowie. No hay muchas existencias y la prioridad es usarla en los estudios en marcha. Se autoriza su uso para emergencias “solo en circunstancias raras y excepcionales”, escribió Bowie en un email.
Agregó que el laboratorio se comunicó con la campaña del rival demócrata de Trump en las elecciones del 3 de noviembre, Joe Biden, para informarle cómo solicitar la medicina de presentarse la necesidad, aunque sin darle garantías de que el pedido sería aceptado.
Alison Bateman-House, experta en temas éticos de Langone Health de la Universidad de Nueva York, dice que eso le genera inquietud.
“Se pasa de la raya y genera la sensación de que se está promoviendo el uso de un producto que no ha sido aprobado” en violación de las normas de la FDA, señaló Bateman-House. “Llámenos y le evitamos hacer la fila”, agregó.
En cuanto a Trump, “a mí no me queda claro que esta haya sido una emergencia”, expresó Steve Joffe, jefe de la unidad de medicina ética de la Universidad de Pensilvania.
“Creo que no está bien que los privilegiados, el presidente, reciban un tratamiento especial que no está disponible para el resto de nosotros”, manifestó. “Hay tanta injusticia en nuestro sistema de salud, tanta gente que no tiene acceso a lo más básico....”, que el favoritismo que se vio en el caso de Trump es “un síntoma de un problema mucho más grande”.
¿QUÉ TAN MAL ESTÁ TRUMP?
El medico de Trump ha evitado dar detalles de su estado en atención a las normas sobre privacidad. Dice que los síntomas son “leves” y que se le dio oxígeno en dos ocasiones, pero que no tiene problemas para respirar. El esteroide que se le dio se recomienda solo a pacientes hospitalizados que necesitan oxígeno. Hay estudios que indican que puede ser nocivo si se les suministra a pacientes que no están muy enfermos.
“Nos dan información bastante confusa. Hay aspectos del relato que no parecen encajar”, dijo Joffe.
“La Casa Blanca”, añadió, “tiene la obligación de ofrecer a la población un cuadro claro de la salud del comandante en jefe durante una crisis de salud” incluso si retiene detalles específicos, tal vez a pedido del mandatario.
La gente de Trump “no ha cumplido con su responsabilidad moral para con el pueblo estadounidense” de ser honesta y franca al informar acerca de su salud, dijo Bateman-House. “Una persona renuncia a buena parte de tu privacidad cuando es presidente”.
A algunos les molesta la posibilidad de que Trump haya recibido trato especial después de ignorar las recomendaciones acerca de qué hacer para contener la propagación del virus, negándose a usar barbijos y a tomar otras medidas.
“Tiene la obligación de acatar las reglas y de dar un buen ejemplo”, sostuvo Bateman-House. “Tenemos dudas en ambos frentes”.