El juicio contra el expresidente francés Nicolas Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias quedó este jueves visto para sentencia y se fijó la fecha del veredicto para el próximo 1 de marzo. (ARCHIVO)
El juicio contra el expresidente francés Nicolas Sarkozy por corrupción y tráfico de influencias quedó este jueves visto para sentencia y se fijó la fecha del veredicto para el próximo 1 de marzo.
El proceso contra el exmandatario conservador, su abogado de toda la vida Thierry Herzog y el antiguo magistrado Gilbert Azibert comenzó el 23 de noviembre, aunque el calendario previsto se alargó unos días para examinar una petición de aplazamiento efectuada por Azibert por motivos de salud y que finalmente fue rechazada.
A Sarkozy se le acusa de haber prometido en 2014 una promoción a Azibert, entonces juez del Supremo, a cambio de obtener en ese tribunal informaciones confidenciales sobre otra investigación en la que estaba implicado, el llamado "caso Bettencourt".
La Justicia había pinchado su teléfono al considerar que podía haber recibido financiación del entonces régimen libio de Muamar el Gadafi (1969-2011) durante la campaña que en 2007 le llevó al Elíseo, por lo que fue imputado el pasado 21 de marzo.
Las sospechas de corrupción y tráfico de influencias hicieron que la Fiscalía Nacional Financiera reclamara este martes para los tres acusados dos años de prisión firme y otros dos exentos de cumplimiento.
El fiscal consideró probados ambos delitos al estimar que Sarkozy obtuvo informaciones confidenciales del Supremo a través de Azibert y que, aunque el magistrado no logró el puesto en el Consejo de Estado, sí hubo maniobras para que lo consiguiera.
Sarkozy, de 65 años, es el primer exjefe de Estado francés que se sienta como tal en el banquillo de los acusados.
Jacques Chirac, su antecesor en el cargo, fue condenado en 2011 a dos años de prisión exentos de cumplimiento por un caso de financiación ilegal de su partido cuando era alcalde de París, pero evitó comparecer porque su estado de salud era delicado.
Sarkozy testificó este lunes y negó de forma tajante los delitos en su contra: "Nunca he cometido el mínimo acto de corrupción", dijo en una intervención en la que se consideró víctima de un ensañamiento por ser quien es.
Su mujer, la modelo y cantante Carla Bruni, compartió hoy en Instagram un mensaje de apoyo a su marido, con dos fotos de la pareja a su llegada a la audiencia de ayer bajo las que se leía: "Apoyo a mi hombre".
La defensa de Sarkozy, por su parte, ha denunciado la "vacuidad" de las acusaciones y ha pedido la absolución de su cliente.
Los letrados de los otros dos acusados también consideran infundadas las acusaciones.