Los Acereros de Pittsburgh pasaron los tres meses flirteando con la perfección al tiempo que insistían en que estaban muy lejos de ser impecables.
Y no estaban equivocados. El invicto de Pittsburgh ha llegado a su fin, y la búsqueda de Washington por un improbable título divisional podría estar iniciando.
Alex Smith lanzó para 296 yardas y un touchdown, Dustin Hopkins rompió el empate con un gol de campo de 45 yardas a 2:04 minutos del final y Washington venció ayer 23-17 a los Acereros.
Pittsburgh (11-1) desaprovechó una oportunidad de asegurar un boleto a playoffs y cayó a un empate con los campeones defensores del Super Bowl, Jefes de Kansas City, en la cima de la Conferencia Americana a cuatro partidos del final de la temporada regular. Un día después de que los Gigantes de Nueva York dieran la sorpresa en Seattle, Washington (5-7) mantuvo el ritmo al remontar de una desventaja de 14 puntos para ganar en Pittsburgh por primera vez desde 1991.
Washington ganó el Super Bowl esa campaña. Las expectativas del equipo este año son mucho más modestas en la primera temporada con Ron Rivera como su coach.
GANADOS
y un perdido es la marca
de Pittsburgh, mientras
Washington se puso 5-7.
No así en Pittsburgh, que registraron su mejor inicio de campaña en los 87 años de historia de la franquicia pese a los ocasionales vaivenes de la ofensiva.
En un juego que fue aplazado un día debido a que un brote de COVID-19 en las filas de Baltimore obligó a la NFL a reprogramar tres veces la visita anual de los Ravens al Heinz Field, los pequeños errores que Pittsburgh pudo enmendar a lo largo de 11 juegos fueron demasiado de contrarrestar.
Ben Roethlisberger lanzó para 305 yardas y dos touchdowns, pero fue interceptado por Jon Bostic (exjugador de Acereros) con 1:59 minutos restantes. Hopkins agregó otro gol de campo de 45 yardas para ayudar a sellar la victoria.
BRILLA ALLEN EN VICTORIA
Josh Allen lanzó para 375 yardas al igualar el máximo de su carrera con cuatro pases de touchdown y los Bills de Buffalo se mantuvieron como únicos líderes de la División Este de la Conferencia Americana con una victoria de 34-24 sobre los 49'ers de San Francisco.
Buffalo (9-3) dio un paso más hacia el banderín divisional por primera vez desde 1995 gracias a una actuación casi impecable de Allen. El quarterback de 24 años lució ante los 49'ers al completar 32 de 40 pases, sin intercepciones.
Lanzó pases de touchdown a Cole Beasley, Dawson Knox, Isaiah McKenzie y Gabriel Davis y los Bills tenían una ventaja de 17-7 al medio tiempo y controló la mayor parte de la segunda mitad.
Los Bills se encuentran un juego arriba de los Delfines de Miami.
San Francisco (5-7) sufrió la derrota en su primer partido en su hogar temporal en Arizona. Los 49'ers tendrán su sede en Glendale al menos por las próximas tres semanas después que las autoridades del condado Santa Clara emitieron estrictas nuevos protocolos por coronavirus que obligaron al equipo a buscar una nueva casa temporal.
Fue un duro golpe para las aspiraciones de San Francisco para meterse como comodín en la Nacional, aunque se encuentran a un juego de los Vikingos, que tienen, de momento, el último boleto al playoff.
Fue el cuarto partido de Allen en la temporada con al menos 300 yardas por aire y tres touchdowns, con lo que impuso un récord de franquicia. Jim Kelly lo hizo tres veces en 1991 y Drew Bledsoe también tres en 2002.
Dustin Hopkins anotó dos goles de campo en los últimos minutos para darle el triunfo a Washington. (AP)