Personaje. En No porque me enamoro, Yuriria encarna a una mujer que desea el amor.
No por ser mamá se puede estar feliz con la vida que se lleva y por ello Yuriria del Valle, actriz de Narcos y Tijuana, interpretará a una que buscará cambios.
Así se le verá en No, porque me enamoro, comedia fílmica en la que su hija recaerá en manos de Sofía de Llaca (El club) y cuya tesis principal es que no se debe juzgar a las personas por nada.
"El personaje es bonito porque tiene un mundo interno bueno y complejo; está en un momento de la vida en que dice que ella hizo tal cosa, pero ya no quiere ser así, quiere abrir una puerta y brindarse la posibilidad", comenta Del Valle.
"Además de tener una hija adolescente en conflicto y viviendo muchas locuras, la cosa es que las apariencias son las que engañan", agrega.
No, porque me enamoro es dirigida por Santiago Limón, y es el debut cinematográfico actoral y protagónico de Román Torres, cantante del grupo Matisse.
En la historia, De Llaca es una chica con el sueño de ser música y conoce a un nerd, con sobrepeso, de quien se enamora.
Emiliano Zurita forma parte del elenco, encarnando a un reguetonero.
"Se trata de una historia de amor, la verdad bien llevada", considera Del Valle sobre la cinta producida por Inna Payán.
Además de No, porque me enamoro, la actriz espera el lanzamiento de Souvenir, un drama que aborda el tema del alquiler de vientre.
Paulina Gaitán y Flavio Medina completan el reparto de la historia que estrenó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara 2019.
"Soy una mujer que no puede tener hijos y recurre al alquiler para ver eso, todo es muy fuerte, las cosas cambian", indica.
La versatilidad es una de las habilidades de Yuriria del Valle, quien lo mismo conquista un escenario que una cámara de cine o televisión.
Yuriria comenzó su carrera en 1992 en la peli´cula El bulto y desde entonces ha trabajado en más de 20 producciones tanto televisivas como cinematográficas, y más de 20 obras de teatro que constan en su trayectoria tales como Sólo quiero hacerte feliz, Verónica en portada, Humor mierda, Impro Broadway e Impro Lucha, en las que hizo gala de su capacidad para improvisar, una técnica difícil de dominar en la que la retroalimentación con el público es inmediata.
En 2008 participó en la obra El buen canario, bajo la dirección de John Malkovich.