ILUSTRACIÓN: JOSÉ DÍAZ
Mostrando preocupación por las estadísticas, la Organización Mundial de la Salud calificó al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) como una pandemia, motivo por el cual emprendió una campaña para prevenirlo y detectarlo oportunamente, así como para tratar a quien tiene la enfermedad.
El 1 de diciembre del año 1988 se conmemoró en el mundo por primera vez el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA.
Ese año fue un año electoral en Estados Unidos y la fecha se eligió porque estaba ya lejos de los comicios y no había riesgo de que el impacto mediático de éstos absorbiera la campaña emprendida.
Según Naciones Unidas, el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA se celebra (actualmente) en todo el mundo (y) se ha convertido en uno de los días internacionales de la salud más reconocidos y en una oportunidad clave para crear conciencia, recordar a aquellos que han fallecido, y celebrar las victorias como el acceso a servicios de prevención y tratamiento.
De acuerdo con sus cifras, aproximadamente 37.7 millones de personas vivían con SIDA en 2020, por lo que el día es la ocasión perfecta para llamar a la prevención a través del diseño e instrumentación de políticas de salud, y para incentivar un mejor tratamiento a quien es portador de la enfermedad, asegurándole una vida digna, de calidad y sin que se dejen de lado sus derechos.