La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, que fue jefa de Estado entre 2007 y 2015, responsabilizó este jueves a la Justicia, al comparecer en una de las causas en las que está procesada, de haber contribuido a la crisis que sufre el país y de seguir encabezando una persecución contra ella. (ARCHIVO)
La vicepresidenta argentina, Cristina Fernández, que fue jefa de Estado entre 2007 y 2015, responsabilizó este jueves a la Justicia, al comparecer en una de las causas en las que está procesada, de haber contribuido a la crisis que sufre el país y de seguir encabezando una persecución contra ella.
La audiencia de este jueves se realizó para conocer los posicionamientos de los procesados en la causa en la que Fernández está acusada de irregularidades en la venta de futuros de dólar por parte del Banco Central (BCRA) en el último tramo de su mandato.
"El 'lawfare', como sabemos los que lo sufrimos, es esta corriente regional que, a través de los poderes judiciales, ha estigmatizado a los movimientos populares y a los dirigentes y que los persiguen", aseveró la líder de la facción kirchnerista del Gobierno.
En una audiencia virtual transmitida en vivo a petición de la propia política, a quien se le impidió comparecer presencialmente por la pandemia, Fernández rechazó nuevamente las acusaciones en su contra y lanzó encendidas críticas contra un Poder Judicial al que acusa de haber favorecido la victoria en 2015 del anterior presidente, su principal adversario, Mauricio Macri (2015-2019).
"Ustedes, el Poder Judicial, contribuyeron a que ese Gobierno ganara las elecciones e hiciera lo que hizo después. Ustedes también son responsables de lo que pasó y de lo que esta pasando en Argentina y realmente me da mucha bronca porque la que sufre es la gente", lanzó entre lágrimas al referirse a la deuda que dejó el anterior Ejecutivo, al que siempre ha acusado de influir en los jueces para que fueran contra ella.
Esta comparecencia de la vicepresidenta, una de las muchas que ya ha enfrentado desde que dejó la jefatura de Estado por las causas que la afectan, principalmente por corrupción, se da en medio de los cruces con la oposición y el sector judicial por la intención del actual mandatario, el también peronista Alberto Fernández, de reformar el Poder Judicial al considerar que está politizado.
"Este es el sistema que está podrido y perverso y es necesario que todos pongamos el esfuerzo para corregirlo y transformarlo, porque no se puede seguir con un país donde viene uno, nos endeuda y después lo sobreseen y vuelve a hacer lo mismo", remarcó la viuda del también expresidente Néstor Kirchner (2003-2007).
LOS 'AMIGOS' DE MACRI
Este caso del "dólar futuro", en abril de 2016, fue el primero por el que tuvo que declarar tras dejar la Presidencia y por el que está procesada por "administración infiel" en perjuicio del Estado junto al expresidente del Banco Central, Alejandro Vanoli; el exministro de Economía y actual gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, y otros exaltos cargos.
El juez Claudio Bonadio, fallecido por un cáncer en febrero de 2020, había señalado que el BCRA pactó vender dólares por debajo del precio establecido en la Bolsa de Nueva York para ese tipo de operaciones, lo que según el magistrado, que elevó la causa a juicio en 2017 pero aún no comenzó, habría ocasionado pérdidas millonarias a la entidad.
Según la expresidenta, que insiste en que esas operaciones se hicieron dentro de la normativa y no generaron perjuicio, los que tuvieron ganancias por los contratos fueron Macri y su entorno.
"No había ningún amigo del Gobierno saliente entre los que habían comprado dólar futuro. No, no, no. Estaban todos los amigos de quien ya era presidente, Mauricio Macri, es más, había funcionarios de su Gobierno (...) y no solamente compraron sabiendo que iba a devaluar, sino que además (...) pactaron la tasa de interés que iban a pagar", criticó.
El caso se inició por una denuncia de dos legisladores opositores realizada el 30 de octubre de 2015, cinco días después de la primera vuelta de los comicios presidenciales. Y cinco días antes de la segunda, que ganó Macri frente al oficialista Daniel Scioli, el juez ordenó registrar el Banco Central.
"Así fuimos a elecciones. No solamente es 'lawfare' (persecución judicial), es también intromisión y manipulación de los procesos electorales y la política en general por parte de ustedes como miembros del Poder Judicial", reprochó Fernández.
Con todo, declinó pedir ser sobreseída: "voy a pedir que apliquen la Constitución, los códigos de fondo y forma (...) no tienen que inventar nada. Aplicar la ley, que es lo que vengo reclamando desde siempre", agregó.
UN MOMENTO 'MUY GRAVE'
De nuevo en el Gobierno desde que en 2019 ganó las elecciones a Macri junto a Alberto Fernández, la vicepresidenta lamentó que no se puedan ahora aumentar las jubilaciones por la deuda que dejó el anterior Ejecutivo, durante el que se desató una recesión que aún continúa y se pidió un préstamo al Fondo Monetario Internacional (FMI), cuya financiación ahora se renegocia.
"A mí me sentaron acá diciendo que yo le había causado un perjuicio al Estado por 55,000 millones de pesos y volvieron a traer de vuelta al FMI con 44,000 millones de dólares para ayudar a la campaña presidencial de Macri, y ni así pudieron", dijo la exmandataria.
A la Justicia la acusó de haber dictado el "sobreseimiento de los endeudadores seriales del país, de los que sí han cometido delito" y fue más allá: "El Poder Judicial incide todos los días en la vida de los argentinos, en mujeres que masacran en feminicidios espantosos cuando ustedes se quedan sentados y no pasa nada, no hacen nada".
"Creo sinceramente, señores integrantes del tribunal, que estamos en un momento muy grave institucional. No pueden seguir comportándose como una corporación, porque además con la ventaja de ser perpetuos en el poder", concluyó, convencida de que "ya no es necesario desaparecer materialmente a los dirigentes políticos" -como se hacía en la dictadura-, "sino que con lo mediático se los suprime".