La Justicia de Burkina Faso acusó hoy al expresidente Blaise Compaoré de 'complicidad' en el asesinato en 1987 de su antecesor en la jefatura el Estado, Thomas Sankara, y será sometido a un juicio, lo que supone un punto de inflexión en este caso, cuya investigación no ha prosperado desde entonces. (ESPECIAL)
La Justicia de Burkina Faso acusó hoy al expresidente Blaise Compaoré de "complicidad" en el asesinato en 1987 de su antecesor en la jefatura el Estado, Thomas Sankara, y será sometido a un juicio, lo que supone un punto de inflexión en este caso, cuya investigación no ha prosperado desde entonces.
El tribunal militar de Uagadugú, la capital burkinesa, deliberó hoy que Compaoré será perseguido por "ataque a la seguridad del Estado", "complicidad de asesinato" y "ocultación de cadáveres", según informó la prensa local.
Junto a él también han sido acusadas más de una decena de personas, entre las que se encuentra Gilbert Diendéré, jefe del Estado Mayor de Compaoré y de su guardia presidencial, quien lideró el intento fallido de golpe de Estado en septiembre de 2015.
El acta de deliberación indicó que serán remitidos "al juzgado de primera instancia para ser juzgados de acuerdo con la ley", aunque de momento no se ha programado una fecha para el juicio.
Sankara fue asesinado el 15 de octubre de 1987, a los 37 años de edad, junto a doce de sus acólitos después de que un comando golpista, liderado por Blaise Compaoré, asaltara su despacho.
Compaoré, de 70 años, fue derrocado a finales de octubre de 2014 tras las revueltas civiles que tuvieron lugar cuando intentó modificar el artículo 37 de la Constitución, con la intención de mantenerse más tiempo en el poder.
El expresidente burkinés se exilió en Costa de Marfil y sobre él pesa una orden de arresto internacional desde diciembre de 2015.
Con la partida de Compaoré, se desbloqueó la investigación por el asesinato de Sankara, líder carismático y conocido como el "Che Guevara" africano, que llegó a la presidencia a través de un golpe de Estado en 1983 junto a Compaoré, su mejor amigo y compañero de armas.
La investigación sobre su asesinato no ha prosperado hasta ahora, a pesar de que el Gobierno de transición formado tras la caída de Compaoré autorizó la exhumación del cadáver de Sankara para realizar pruebas de ADN, que resultaron inconcluyentes.
Sin embargo, los expertos hallaron que Sankara recibió varios disparos, algo que concuerda con el testimonio de los testigos y que dio esperanzas de poder ir a juicio.