Un contador hondureño testificó el martes que huyó de Honduras porque su vida estaba en peligro luego de presenciar dos reuniones entre el presidente Juan Orlando Hernández y un supuesto narcotraficante que le pagó sobornos al mandatario. (ARCHIVO)
Un contador hondureño testificó el martes que huyó de Honduras porque su vida estaba en peligro luego de presenciar dos reuniones entre el presidente Juan Orlando Hernández y un supuesto narcotraficante que le pagó sobornos al mandatario.
En ambas reuniones se habló de “protección y el recibo de drogas”, dijo el contador que testificó bajo el seudónimo de José Sánchez.
El narcotraficante que supuestamente le habría dado el dinero al presidente fue Geovanny Fuentes Ramírez, dijo Sánchez. El contador testificó en el juicio a Fuentes Ramirez que se lleva a cabo en Nueva York y que ha salpicado varias veces al presidente Hernández.
La línea telefónica a través de la cual varios periodistas siguen el juicio fue cortada cuando testificó Sanchez ya que los fiscales le pidieron al juez que no se transmitiera el testimonio para que nadie reconozca su voz.
Sánchez dijo que huyó de Honduras en 2015. Era el contador de Graneros Nacionales, una empresa de arroz a través de la cual se lavaba dinero proveniente del narcotráfico.
La víspera el narcotraficante Devis Leonel Rivera Maradiaga, exlíder del cártel Los Cachiros, testificó que tenía fotos y videos que demostraban que el presidente de Honduras recibía cargamentos de cocaína que provenían de Colombia en los aeropuertos de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Rivera Maradiaga se entregó a las autoridades estadounidenses en 2015 y está preso desde entonces. Fuentes Ramírez, quien está acusado de narcotráfico, fue arrestado en marzo de 2020 en Estados Unidos. Ambos hondureños han coincidido en la cárcel Metropolitan Correctional Center.
Los fiscales del distrito sur de Nueva York han mencionado al presidente hondureño muchas veces en el juicio a Fuentes Ramírez, que arrancó la semana pasada.
Éstos han asegurado que el mandatario aceptó sobornos por parte de narcotraficantes como Rivera Maradiaga y Fuentes Ramírez para financiar su campaña electoral a la presidencia. Los sobornos, según los fiscales, eran pagados a cambio de permitir el tráfico de drogas en Honduras y proteger a los narcos del arresto y la extradición.
Hernández ha negado repetidamente las acusaciones, asegurando que son mentiras de delincuentes que buscan sentencias más leves en Estados Unidos. El presidente no enfrenta ningún tipo de cargo.