Personas mayores que embolsaban productos han realizado algunas manifestaciones de protesta en las dos últimas semanas frente a tiendas de comestibles. (ARCHIVO)
La pandemia de coronavirus y cambios en los hábitos de los consumidores hacen peligrar una vieja práctica que permite a los ancianos ganarse algún dinero: La de poner en bolsas los comestibles que la gente compra en los supermercados.
Se esperaba que las personas mayores de 60 años pudiesen reanudar esa actividad ahora que se están levantando algunas restricciones, pero Walmart, la cadena de supermercados más grande del país, dijo esta semana que no les permitirá volver. Explicó que la prohibición del uso de bolsas de plástico y la pandemia hacen que la gente no quiera que otros toquen sus comestibles.
"Derivado precisamente de la contingencia sanitaria, hemos observado que nuestros clientes buscan evitar que terceros tengan mayor contacto con la mercancía que compran", dijo la cadena en un comunicado. "Aunado a esto, conforme a la legislación aplicable, hemos dejado de otorgar bolsas de plástico de un solo uso, en apoyo al cuidado del medio ambiente, por lo que nuestros clientes ahora llevan sus propias bolsas reutilizables y se han habituado a empacar ellos mismos la mercancía adquirida".
Personas mayores que embolsaban productos han realizado algunas manifestaciones de protesta en las dos últimas semanas frente a tiendas de comestibles y oficinas municipales, mostrando carteles que dicen "¡Queremos trabajar!".
Algunos dicen a medios locales que esa actividad les da sentido a sus vidas, estructura, contactos sociales y la sensación de que son útiles. El supermercado no les paga por su trabajo, pero algunos clientes les dan propinas.
En partes de México los adolescentes son quienes embolsan las compras, en otros las personas mayores, en el marco de un programa lanzado hace años por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. Walmart dijo que había informado al Instituto en diciembre que el acuerdo no sería renovado.
Los embolsadores se enteraron recién en mayo, cuando la municipalidad de la Ciudad de México suavizó las restricciones de la pandemia al mermar los contagios.