Las instalaciones del templo fueron reacondicionadas y divididas en varias habitaciones para dar cabida y privacidad a las familias y a los individuos según su sexo.
Alrededor de medio centenar de migrantes haitianos fueron acogidos por la iglesia católica San Juan de los Lagos en el municipio de Frontera, donde se construyó un refugio para los caribeños.
Aunque el flujo de centroamericanos procedentes de la isla del Mar Caribe menguó, aún quedan en la zona metropolitana de Monclova algunos cientos de extranjeros diseminados por el área urbana.
La iglesia de San Juan de los Lagos, ubicada en la colonia La Sierrita del municipio rielero, recibió a varias familias, así como hombres y mujeres solos, que escapan de Haití con destino a Estados Unidos.
Las instalaciones del templo fueron reacondicionadas y divididas en varias habitaciones para dar cabida y privacidad a las familias y a los individuos según su sexo.
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como Manos que Ayudan, Cáritas Región Siderúrgica, y otras fundaciones se dieron a la tarea de conseguir alimentos, colchonetas, ropa, medicamentos y hasta juguetes para los niños.
La iglesia San Juan de los Lagos sólo recibe a haitianos, mientras el templo el Verbo Encarnado, también católico, igual ubicado en Frontera y dirigido por el mismo sacerdote, ofrece cobijo a migrantes de cualquier otra nacionalidad.
Personal médico recibe a los extranjeros y les realiza una revisión médica para descartar que puedan ser portadores de SARS-coV-2, virus del COVID-19.
Los caribeños reciben en este albergue, además de un lugar dónde dormir, alimentos, ropa, asistencia médica, psicológica y legal, así como apoyo espiritual.