El 6 de octubre del año de 1936 el entonces presidente de la república don Lázaro Cárdenas del Río, cumpliendo la promesa hecha a los campesinos laguneros, procedió a promulgar el histórico decreto mediante el cual se procedía a resolver el añejo problema agrario que aquejaba al campesinado de Coahuila y Durango, al carecer de una superficie de tierra para el cultivo no obstante su gran participación en el movimiento revolucionario de 1910 en el que participaron decididamente para que se eliminaran los grandes latifundios que existían en todo México y principalmente en la comarca lagunera.
La situación que prevalecía en el campo lagunero era ya insostenible para el campesinado lagunero, esto en razón de que aparte de no contar con una parcela de tierra para cultivar, el salario que se les daba por sus faenas agrícolas, según los estudiosos de tal época era de un peso o de un peso con quince centavos, cuando las necesidades de una familia de cinco miembros era de dos pesos ocho centavos diariamente, ante tal situación en el año de 1935 se organizaron los trabajadores agrícolas principalmente de la hacienda "Manila" del municipio de Gómez Palacio, para exigir una salario de un peso cincuenta centavos diario y una jornada laboral de ocho horas.
Los trabajadores agrícolas declararon la huelga el 11 de junio de 1935 y la junta municipal de conciliación del estado de Durango la declaró ilícita por lo que acudieron los huelguistas a la justicia federal a través de un juzgado de Distrito, quien declaró la legitimidad de la misma, ordenando que continuara y proporcionando la protección a los huelguistas. La huelga en cita duró hasta el 5 de agosto de 1935 resolviéndose favorablemente las peticiones o demandas planteadas. En San José del viñedo en el municipio de Gómez Palacio estalló una huelga por los mismos motivos que los de "Manila" pero esta vez en agosto de 1936 apoyaron a la misma aproximadamente 20000 trabajadores agrícolas de toda la laguna, la huelga fue concluida cuando recibieron la promesa del gobierno federal de aplicar y respetar la legislación agraria y laboral.
El 6 de octubre de 1936 se promulgó el histórico decreto mediante el cual se resolvía el problema agrario en la laguna con un censo de cincuenta mil solicitudes de tierras constituyéndose 334 ejidos. En el municipio de Torreón 27 poblados beneficiándose a 3369 campesinos; en San Pedro 71 poblados beneficiándose a 10447 campesinos; Gómez Palacio, Durango, 71 poblados con 6877 campesinos; Matamoros, 48 poblados con 6655; Tlahualilo, 22 poblados con 979 campesinos; Mapimí, 22 poblados con 1658 campesinos; Lerdo, 13 poblados con 1278 campesinos; Viesca, 18 poblados con 1641 campesinos y Francisco I. Madero con 24 poblados con 4994 campesinos. Los campesinos laguneros sufrieron una larga espera para que en estas tierras se cumpliera con una de los principales postulados de la revolución como lo fue la "tenencia de la tierra" por lo que es justicia reconocer a don Lázaro Cárdenas del Río como el gran artífice de este gran ideal revolucionario.