Con referencias a Lázaro Cárdenas del Río y Adolfo López Mateos, acusaciones de lobbismo en contra de la oposición, y el aviso de que se está cumpliendo lo que se prometió desde la campaña presidencial de 2018, Morena, PT y PES hicieron valer su mayoría en el Senado y aprobaron la Reforma a la Industria Eléctrica, con 68 votos a favor y 58 en contra.
En una sesión que no estaba programada y tomó por sorpresa al grupo opositor conformado por PAN-PRD-PRI y MC, los legisladores de Morena dieron el paso final para revertir, en los hechos, la reforma energética que promovió el gobierno de Enrique Peña Nieto. La contrarreforma se logró entre aplausos y gritos de "¡Viva México!".
Luego de una discusión de cuatro horas, que se llevó a cabo durante la segunda sesión ordinaria del Pleno del día, los legisladores del bloque lópezobradorista pasaron en lo general la contrarreforma. Hubo reservas de 46 senadores del PAN, PRI, PRD y MC pero también de 14 legisladores de Morena y del PT.
De la mayoría votaron en contra de la Sierra Arámburo (PT) y Germán Martínez (Morena).
"Este documento no atenta contra la libre competencia (sino que) la regula, no es inconstitucional, promueve energías limpias que genera la CFE, es congruente con lo dispuesto con el artículo 25 constitucional el cual dispone que el Estado es rector del desarrollo nacional, promueve el fortalecimiento de la CFE", ennumeró Ricardo Monreal Ávila, coordinador de Morena en el Senado de la República.
"En 2013, un grupo pequeño de diputados votamos en contra de las reformas estructurales y advertimos que habríamos de revertirlas. No debe extrañarle a nadie: eso lo planteamos desde 2013, la lucha que emprendimos desde entonces era para esto. La gente votó para hacer posibles estas reformas. No titubeo, no me siento mal en consciencia. Advertimos que si llegáramos a ser mayoría, revertiríamos", dijo.
Su principal argumento es que mediante esta contrarreforma, será posible fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad al establecer un piso parejo para que pueda competir en igualdad de circunstancias con las empresas privadas, así como por cancelar los subsidios a las mismas, establecidos en 2013, y permitirle utilizar su infraestructura.
También argumentaron que garantizará la soberanía energética porque el país dejará de depender de la IP para su generación; que privilegiará el uso de energías limpias, pero las generadas por la empresa estatal como la geotérmica e hidroeléctrica; y que promoverá una reducción en los costos para los consumidores finales porque estos no serán sometidos a los intereses del mercado, es decir a las empresas cuyo principal propósito es obtener ganancias.
La oposición criticó a Morena por pretender regresar al país al siglo pasado y las burlas en torno a que en lugar de escuchar a especialistas y representantes de cámaras empresariales, siguieron las instrucciones del presidente López Obrador.
"Hoy es una jornada negra para la vida del Senado mexicano, la mayoría que se impone sin razones y se impone por consigna. El desconocimiento de la construcción de acuerdos elementales para procesar nuestras diferencias es el desconocimiento del parlamentarismo. Resulta penoso que, bajo la conducción de la mayoría, el Senado carezca de voluntad propia. Ceder las formas y los procedimientos de una cámara plural a los tiempos presidenciales es rechazar la pluralidad democrática legítimamente representada en este Senado", argumentó Claudia Ruiz Massieu (PRI).
"Deberían rasgarse las vestiduras para defender a los consumidores nacionales, a los mexicanos. No representamos compañías, patentes, marcas ni propietarios. Pueden decir que vamos a cumplir con una orientación del presidente pero nunca que cumplimos orientaciones de Odebrecht e Iberdrola", respondió Martí Batres Guadarrama.
En cuanto se logre la aprobación en lo particular, último paso legislativo, el decreto será enviado al Poder Ejecutivo para que lo publique en el Diario Oficial de la Federación, y de esta forma entre en vigencia.
Los principales cuestionamientos del bloque opositor fueron en el sentido de que la reforma es inconstitucional, que promueve la quema de combustóleo para la generación de energía eléctrica, desecha el uso de energías limpias generadas principalmente por la iniciativa privada e incrementará la producción de dióxido de carbono y gases de efecto invernadero lo que afectará a las próximas generaciones.
También argumentaron que encarecerá el costo de la luz para los consumidores finales por la incapacidad de abastecer la demanda de la CFE, que México violará tratados internacionales en materia medioambiental, y pondrá en riesgo las inversiones que ya hicieron las empresas privadas en el país.
"Lo que estamos a punto de aprobar puede dar al traste a la generación que hoy intentamos cambiar este planeta. No es un tema de moda o neoliberal o que simplemente esté en voga. Es toda una serie de políticas públicas que se han tratado de implementar en todo el planeta para darnos una oportunidad de subsistir", argumentó Alberto Galarza Villaseñor (MC).
"Ese es otro de los elementos verdaderos de la discusión, fortalecer a la CFE, no importa el monto de recursos públicos que se tenga que destinar, no importa el que se tenga que subsanar ineficiencias, no importa que se tenga que congelar la posibilidad de competencia. Es la idea retrotraernos al fortalecimiento de empresas del Estado subordinando el conjunto del presupuesto para consolidar su presencia, aunque sea artificialmente", dijo Beatriz Paredes.
El pleno del Senado aprobó en lo general con 68 votos a favor y 58 en contra la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica que impulsa el presidente Andrés Manuel López Obrador. (ESPECIAL)