El surgido de la Academia de Cultura Taurina del Coliseo Centenario no se aleja de la cara del toro y anhela volver a partir plaza. (ESPECIAL)
El novillero lagunero Arturo Gilio Quintero cerró el mes de febrero con gran actividad en el campo bravo, en esta ocasión fueron 10 toros los que lidió en apenas tres días, siguiendo con pasos firmes en su preparación taurina.
TRES GANADERÍAS
La actividad dio inició el pasado miércoles 24 de febrero en la ganadería de Juan del Hoyo, enclavada en Querétaro, en donde Arturo tuvo la oportunidad de lidiar a muerte dos toros de Montecristo, destacó por su bravura y calidad el segundo de su lote, cualidades que aprovechó al máximo el lagunero, quien derrochó torería, estructurando una faena de gran calado entre los asistentes con tandas largas y templadas rematadas con elegancia y variedad. Doble mérito al superar el temor que pudiera existir al regresar a esa ganadería, donde a finales del año pasado, Gilio sufrió una lesión.
Posteriormente, el jueves 25 en la ganadería de Montecristo, en Tlaxcala, se probaron diez novillos para sementales. Durante esa tarde, el joven espada lagunero compartió tentadero con el queretano Juan Pedro Llaguno, en un "mano a mano" que resultó muy emocionante por la entrega, valor y variedad de ambos toreros. El viernes, Gilio se trasladó a la ganadería de Los Encinos, en donde se enfrentó a 3 de los 9 novillos que se lidiaron, con los cuales supo acoplarse a cada una de las características de cada astado, mostrando que tarde a tarde va afianzando su muy personal manera de interpretar el toreo.
Esa tarde, Arturo compartió tentadero con los matadores Fermín Spinola y Diego Sánchez, disfrutando todos del campo bravo queretano.