Las brechas de género en América Latina y el Caribe (ALyC) empeoraron como consecuencia de la pandemia, señaló el Banco Mundial (BM). (ARCHIVO)
Las brechas de género en América Latina y el Caribe (ALyC) empeoraron como consecuencia de la pandemia, señaló el Banco Mundial (BM).
En un nuevo informe que divulgó este jueves, el banco destacó que las mujeres trabajadoras en esta región fueron afectadas de manera desproporcionada por los efectos económicos de COVID-19, en comparación con los hombres.
Según el documento titulado: "COVID-19 y el mercado laboral en América Latina y el Caribe: los impactos diferenciados por género", en el inicio de la pandemia las mujeres tenían un 44% más de probabilidades que los hombres de perder su empleo de manera temporaria o permanente.
Es decir, 56% de probabilidad para ellas contra 39% para los varones, detalla el informe elaborado por el Laboratorio de Innovación de Género del BM (LACGIL, por sus siglas en inglés).
La diferencia se mantuvo virtualmente sin cambios en torno al 15%, una vez que los trabajadores temporalmente desempleados comenzaron a volver a sus lugares de empleo. Sin embargo, la pérdida permanente de trabajo afectó a una de cada cinco mujeres.
No todos los países se vieron afectados de la misma manera, precisó.
En el inicio de la pandemia las diferencias más notorias en la brecha de género se registraron en Honduras y Costa Rica, donde la variación en la probabilidad de perder el empleo entre hombres y mujeres alcanzó los 25 puntos porcentuales, indicó.
Bolivia y Perú, en tanto, exhibieron las menores diferencias a nivel regional, con 10% y 11% respectivamente.
Esto subraya la necesidad de que los países de la región adopten medidas para evitar que se ensanche la brecha de género que persiste en el mercado laboral pese a varias décadas de avances, estableció.
¿Qué hacer?
Para el LACGIL del Banco Mundial, comprender las implicancias de género que conlleva COVID-19 es clave para informar el diseño de respuestas de política efectivas.
Hay que enfocarse en crear las condiciones y los incentivos para que las mujeres participen en el mercado laboral de forma exitosa, apuntó.
Dada la mayor participación de las mujeres en el cuidado de los niños, niñas, y adultos mayores, así como en las tareas domésticas, las políticas podrían incorporar elementos que apunten a restaurar la dinámica del hogar e incentivos. ?Los hallazgos de este estudio sugieren que la política debería abarcar planes de recuperación con un ángulo de género, como programas de protección focalizados en las más afectadas durante la pandemia como jefas de hogar, trabajadoras informales sin beneficios de protección social y mujeres desempleadas.