Los estallidos de rayos gamma son los más brillante del universo y su conocimiento aún plantea retos, aunque se ha resuelto uno de sus enigmas: el campo magnético de estas explosiones se desordena después de que el material expulsado se estrelle contra el medio circundante y lo sacuda. (ESPECIAL)
Los estallidos de rayos gamma son los más brillante del universo y su conocimiento aún plantea retos, aunque se ha resuelto uno de sus enigmas: el campo magnético de estas explosiones se desordena después de que el material expulsado se estrelle contra el medio circundante y lo sacuda.
Astrofísicos de la Universidad de Bath (Reino Unido) publican un estudio en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, sobre la medición del campo magnético de una lejana explosión de rayos gamma (GRB 141220A), con lo que han confirmado, por primera vez, esa predicción teórica de hace décadas.
Los agujeros negros se forman cuando las estrellas masivas mueren en una explosión catastrófica que genera una onda expansiva, unos eventos extremadamente energéticos que expulsan material a velocidades cercanas a la de la luz, y generan brillantes destellos de rayos gamma de corta duración.
Los campos magnéticos no pueden verse directamente, pero su firma está codificada en la luz producida por las partículas cargadas (electrones) que zumban alrededor de las líneas del campo magnético y los telescopios terrestres captan esta luz, que ha viajado durante millones de años a través del Universo.
La directora de Astrofísica de Bath y firmante del estudio, Carole Mundell, explica que han medido "una propiedad especial de la luz -la polarización- para sondear directamente las propiedades físicas del campo magnético que impulsó la explosión"
Este es -destaca- "un gran resultado y resuelve un viejo enigma de estas explosiones cósmicas extremas, un enigma que he estado estudiando durante mucho tiempo".