
Ante la actual situación que se vive en Afganistán por la toma del poder por parte de los talibanes, ha resurgido en la red la tradición de explotación sexual a niños por parte de altos mandos afganos.
Ante la actual situación que se vive en Afganistán por la toma del poder por parte de los talibanes, ha resurgido en la red la tradición de explotación sexual a niños por parte de altos mandos afganos.
Los llamados Bacha Bazi son niños de 10 a 18 años de edad que son usados para el placer sexual de hombres del ejército y policías al no tener 'acceso' a las mujeres.
Los menores de edad son vestidos de mujeres y son entrenados como 'bailarines' para encontrar al 'mejor postor' que pague más por ellos y pasar la noche con su 'dueño'.
"Las mujeres son para criar hijos y los niños para dar placer", es la creencia que han tenido miles de hombres afganos sobre la explotación infantil, sin embargo, en 2017 la práctica fue prohibida por los talibanes, quienes ahora tienen el poder en Afganistán.
La mayoría de los Bacha Bazis sufren de trastornos psicológicos graves como resultado de las constantes violaciones y a menudo generan pensamientos de venganza, siendo ellos mismos quienes después de los 18 años se convierten en reclutadores de otros menores.
Aunque todos son hombres, los Bacha Bazi no son considerados como homosexuales, pues es una práctica de poder y estatus social, pues incluso se genera una competencia entre los adultos para encontrar a los niños más 'hermosos'.
En un documental publicado en 2018, después de ser pronunciado como ilegal, se exhibe que aún existía su práctica e incluso se comercializaba con DVDs de las agresiones sexuales en plena calle.
"Si hay dinero y poder, los chicos están dispuestos", dijo la persona que controlaba Bacha Bazi al norte de Afganistán en ese mismo documental.
Las autoridades del país protegían a los reclutadores por las noches para evitar agresiones en su contra, pues las familias de los menores desaparecidos llegaban a buscar venganza para encontrarlos.
El temor en las familias era tan grande que incluso consideraban ir con los talibanes para reportar la actividad ilegal y lograr conseguir contacto con los niños desaparecidos, sin embargo, era muy difícil dar con ellos una vez 'reclutados', pues trabajaban en la prostitución hasta los 18 años de edad y después, se convertían además en miembros del ejército armado.
El Talibán, a pesar de ser la 'autoridad' que prohibió la práctica sexual con niños, lo utilizaba como práctica para infiltrarse entre los afganos y lograr ataques armados, en los que también los niños morían.