Los malos hábitos de sueño pueden traer graves enfermedades (ESPECIAL)
El sueño es tan importante para la buena salud como la dieta y el ejercicio. Es curioso darnos cuenta que en algunas ocasiones a las actividades que realizamos de manera cotidiana, como comer y dormir, les restamos la importancia que tienen para mantener a nuestro cuerpo en condiciones óptimas.
Sin embargo, no tener la suficiente calidad y regularidad en nuestros patrones de sueño aumentan el riesgo de muchas enfermedades y trastornos, que pueden ir desde enfermedades cardiovasculares a obesidad y demencia.
La Dra. Marishka Brown, experta en sueño de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos de Norteamérica, NIH por sus siglas en inglés, señala que: “el sueño saludable abarca tres cosas importantes: la primera es la cantidad de horas que dormimos, la segunda es la calidad del sueño: tener un sueño reparador e ininterrumpido y la última es un horario de sueño regular”.
Hay diversos factores que pueden afectar la calidad del sueño como son los malos hábitos en el uso de televisiones, tabletas y celulares, el estrés, problemas de salud y horarios de trabajo irregulares y turnos nocturnos.
¿POR QUÉ NECESITAMOS DORMIR?
El dormir no es un tiempo de inactividad solamente, en donde nuestro cerebro descansa, el dormir nos ayuda a preparar a nuestro cerebro para aprender, recordar y crear.
La Dra. Maiken Nedergaard y sus colegas descubrieron que el cerebro tiene un sistema de drenaje que elimina las toxinas durante el sueño.
En estudios con ratones, su equipo encontró que el sistema de drenaje elimina algunas de las proteínas relacionadas con la enfermedad de Alzheimer y que este proceso se acelera al doble durante el sueño.
Otras investigaciones recientes, han encontrado que muchos de los sistemas de nuestro cuerpo, como el circulatorio e inmunitario, utilizan el periodo de sueño como un momento de reparación. Por lo que si no se duerme lo suficiente existe una alta probabilidad de que este proceso se altere.
HORAS DE SUEÑO
Los expertos recomiendan que los niños en edad escolar duerman al menos nueve horas durante la noche y los
adolescentes, entre ocho y diez.
La mayoría de los adultos necesita dormir al menos siete horas o más cada noche. Uno de los mitos más comunes respecto
a la cantidad del sueño es que los adultos necesitan dormir menos a medida que envejecen. Eso no es cierto, los adultos mayores siguen necesitando la misma cantidad de sueño, aunque es frecuente que la calidad de sueño empeore a medida que envejecemos.
Por otro lado, es común que los adultos mayores tomen medicamentos que interfieren con el sueño.Otro mito del sueño es
que puedes “ponerte al día” en tus días libres, pero las investigaciones señalan que no es del todo cierto. Es probable
que tras una mala noche de sueño, tomar una siesta o dormir más la noche siguiente, pueda funcionar.
Pero dormir muy poco durante la semana y tratar de compensarlo durante el fin de semana, no es suficiente. Este no es un comportamiento saludable.