Víctor y Alejandra. (EL SIGLO DE TORREÓN / Jesús Galindo)
Ayer se festejó un atípico Día de Reyes, pues en medio de la pandemia que se vive las tradiciones no se dejan de celebrar.
Varias familias laguneras disfrutaron en casa la tradicional rosca acompañada de un café, chocolate caliente o su bebida favorita. Otros prefirieron visitar un reconocido centro comercial de la región, eso sí todos respetando las medidas sanitarias, y acudieron al área de comida para degustar su platillo favorito, otros visitaron algunas tiendas y no faltó quien diera un recorrido por el mall.
HISTORIA
La llegada de los Reyes Magos es parte de las celebraciones navideñas en México y se basa en la llegada de los Santos Reyes a Belén para darle presentes al Niño Jesús.
La historia de los Reyes Magos se remonta al Evangelio según Mateo, en donde se dice que los tres llegaron a Belén en busca del Niño Dios.
En Mateo 2:1-12 se cuenta que cuando nació Jesús, tres magos de Oriente llegaron a Jerusalén en busca del Niño Dios: "¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarlo".
Una vez que el Rey Herodes se enteró de la existencia de un futuro rey que lo quitaría del poder, llamó a los magos y les dijo que una vez que encontraran a Jesús le informaran su ubicación para que él también pudiera ir a adorarlo.
Sin embargo, los tres magos tuvieron un sueño en el que se les reveló que no debían informar a Herodes del paradero del Niño Dios y partieron por otro camino. Cuando el Rey Herodes se enteró de que los magos habían ignorado su petición, ordenó el asesinato de los niños menores de dos años en Belén.
Los magos fueron siguiendo la estrella hasta que se detuvo sobre el lugar que albergaba a Jesús. Cuando entraron a la choza, vieron al niño con su madre, la Virgen María, y tras postrarse y adorarlo, le ofrecieron tres regalos: oro, incienso y mirra.
¿ERAN REYES LOS TRES MAGOS?
De acuerdo con la Enciclopedia Británica, los tres magos alcanzaron el estatus de reyes en el siglo III. El Evangelio según Mateo no especifica un número particular de magos que visitaron a Jesús, aunque sí menciona sólo tres presentes. Para el siglo VIII sus nombres eran conocidos: Melchor, Gaspar y Baltasar.
A menudo Baltasar es representado como el rey de Etiopía o Arabia, mientras que Melchor es representado como el rey de Persia y Gaspar como el rey de la India.
En el sitio web El Teólogo Responde, el padre Miguel Fuentes explica que "antes del siglo VI ningún autor afirma expresamente que fueran reyes, salvo, quizá Tertuliano que sugirió que se trataba de 'casi reyes'" y añade que "el arte los presenta como reyes ya desde el siglo VIII, mientras que en las pinturas de las catacumbas de Santa Priscila, de comienzo del siglo II-IV, los representa solo como nobles persas". Posteriormente, a partir del siglo VIII, los Reyes Magos "recibirán nombres, con algunas variaciones (los primeros fueron Bithisarea, Melchior y Gathaspa)".
Los nombres actuales "se los da, en el siglo IX, el historiador Agnello, en su obra Pontificalis Ecclesiae Ravennatis".
Cabe resaltar que en épocas bíblicas, un mago no era un hechicero sino una persona que poseía un gran conocimiento en la ciencia. Habría sido su conocimiento de astronomía el que habría guiado a Melchor, Gaspar y Baltasar hasta Jesús.
A través de los siglos, los Reyes Magos se han venerado como santos y mártires. En el siglo sus restos fueron trasladados de Constantinopla a Milán y posteriormente a Colonia, Alemania, en el siglo XII. Cabe recalcar que no se ha confirmado la autenticidad de estos restos.