Caminan a pie en largas caravanas por la carretera federal 57, con el apoyo de algunos mexicanos que les llevan agua y alimentos en el camino.
Cientos de migrantes procedentes de Haití quedaron varados en Monclova al cortarles las autoridades su viaje a Piedras Negras o Acuña.
Algunas decenas de familias caribeñas tratan de seguir su camino a la frontera con intención de cruzar a Estados Unidos; caminan a pie en largas caravanas por la carretera federal 57, con el apoyo de algunos mexicanos que les llevan agua y alimentos en el camino.
Otros, con pasaporte y algunos documentos, permanecen en la capital del acero, concentrados principalmente en la central de autobuses, en espera de que les vendan boletos para las ciudades fronterizas.
Sin embargo el personal de mostrador de las líneas de autobuses no les aceptan el pasaporte y les piden como requisito la credencial del Instituto Nacional Electoral (mexicano) como documento de identificación para extenderles el pase de abordaje al autobús.
Varios extranjeros que enfrentan el muro de la diferencia de lenguaje denunciaron a medios de comunicación locales que elementos de policía de uniformes negros les robaron el dinero que llevaban para su viaje a Piedras Negras o Acuña.
En francés (su lengua materna), en mal inglés o en no tan claro español, señalaron que los agentes de seguridad no les pidieron su documentación, solo les quitaron el dinero.
Por otro lado el director Seguridad Pública Municipal de Monclova, Fernando Adrián Olivas Jurado, explicó que no se han realizado detenciones, pues no se han registrado hechos que lo ameriten.
Las instalaciones del Instituto Nacional de Migración (INM) en Monclova se encuentran vacías y no hay personal operativo trabajando este domingo.
En el municipio de Castaños, al sur de la zona metropolitana, la Guardia Nacional, coordinada con corporaciones policiacas estatales, instalaron un operativo para detectar e identificar migrantes en autobuses de pasajeros foráneos.
Los cuerpos de seguridad no detienen a los extranjeros, pero les impiden continuar su viaje al norte de México.
El objetivo es disuadir a los viajeros a que cambien el destino de su recorrido a otra frontera fuera de Coahuila, pues Piedras Negras y Acuña están saturados con miles de centroamericanos que quieren ir a Estados Unidos, indicó una fuente de seguridad estatal.
Temen mexicanos ayudarles
Aunque algunos ciudadanos les llevan agua y alimentos temen auxiliarlos acercándolos en sus vehículos a su destino en la frontera.
El doctor en derecho César García Diosdado, que acudió con su familia a socorrer a los haitianos que caminan a Piedras Negras y Acuña, explicó que mucha gente teme subirlos a sus vehículos para llevarlos.
Expuso que los samaritanos tienen temor a ser acusados por el delito de tráfico de personas, agravado por haber niños entre los migrantes.
Indicó que por humanidad los cuerpos policiacos estatales que monitorean la caravana, deberían permitir que las familias que van con niños pequeños suban a las patrullas para proteger a las madres y a los menores de una insolación.
"Pienso que las autoridades deberían darles la amnistía y ayudarles por razones humanitarias" expuso.