Puede provocar problemas en el crecimiento infantil y en el desarrollo del tubo neural. (ESPECIAL)
Las micotoxinas son producidas por los compuestos tóxicos que generan los hongos. Estas toxinas se encuentran presentes en los alimentos como contaminantes sobre todo en los cereales.
Su consumo puede provocar problemas en el crecimiento infantil, el desarrollo del tubo neural, daños en el sistema inmunológico, enfermedades renales y altas probabilidades de desarrollar cáncer de hígado y esófago según un artículo del portal de la UNAM.
Existen diferentes tipos de micotoxinas que se clasifican según donde se generan.
Las micotoxinas de precosecha son las que invaden los granos antes de que se cosechen y las que se producen son los Fusarium, Claviceps y Neotyphodium.
Las micotoxinas de postcosecha son llamadas Aspergillus, Penicillium, Monascus o Mucor.
Para identificarlos es necesario realizar ensayos basados en anticuerpos y técnicas de cromatografía.
Existen métodos inmunoquímicos, los cuales son muy sensibles, específicos y fáciles de operar.
La cromatografía líquida de alta resolución es ideal para el análisis o la confirmación de resultados sensibles, reproducibles, y exactos.
Las micotoxinas afectan a las aves, los puercos, los rumiantes y a la acuicultura, pero también se posan en las materias primas como la cebada, trigo, maíz, centeno y soya.