Será 2021 el año en que se marcaría una cifra récord, superando los 200 mil millones de dólares. (ARCHIVO)
Las reservas internacionales de México han presentado un comportamiento de constante crecimiento a lo largo de los últimos años, siendo 2021 el año en que se marcaría una cifra récord, superando los 200 mil millones de dólares.
Este récord fue debido principalmente a los Derechos Especiales de Giro (DEG) que otorgó el Fondo Monetario Internacional (FMI) al país con un equivalente de 12 mil 200 millones de dólares, contrastando la baja que se presentó durante los meses de junio y julio, que se dio como resultado de la compra de dólares del Gobierno federal al propio instituto central por 551 millones de dólares.
Por otro lado, después de haber recibido los DEG, en septiembre se presentaron varias disminuciones, a las que se relacionan con el cambio en la valuación de los activos internacionales del Banco de México (Banxico), a pesar de ello, el 17 de diciembre las reservas se ubicaron en 202 mil 303 millones de dólares gracias a la venta de mil millones de dólares del Gobierno federal a Banxico, por lo que se puede destacar que a lo largo de 2021 las reservas internacionales se incrementaron hasta en un 15.64 por ciento.
Como se puede observar en la siguiente gráfica, el tipo de cambio del peso al dólar ha presentado un 2021 con grandes variaciones, a principios del primer semestre se puede ver la alta volatilidad en el periodo de marzo y abril, donde uno de los principales factores es el nerviosismo que se percibe en relación a la reforma eléctrica y las controversias que se podrían tener ante el T-MEC, después a mitad de año se logra una estabilidad en el comportamiento que se deriva de diversos factores.
A finales de septiembre, el tipo de cambio presenta un alza que rompe el ciclo de estabilidad como consecuencia de la inflación y la incertidumbre sobre los retiros de estímulos anticipados de los bancos centrales, y para el mes de noviembre se siguen presentando alzas debido a los contagios de COVID-19 y la variante Ómicron, además de las presiones inflacionarias y el programa de recompra de bonos de la Reserva Federal de los Estados Unidos, que ha debilitado a las divisas de las economías emergentes.
Para diciembre, el peso seguía viéndose afectado por las decisiones de los bancos centrales importantes, sin embargo, la decisión del Banco de México (Banxico) por incrementar la Tasa de Interés Interbancaria a 5.50 por ciento para hacer frente a los elevados niveles de inflación, resultó benéfica para el peso, marcando un freno al comportamiento alcista de los últimos meses. El peso al final del año se ha mantenido estable, pero el mercado aún se encuentra en espera del avance de la variante Ómicron.