Señala que EUA no ha cambiado políticas como ejercicios militares y sanciones. (ARCHIVO)
Corea del Norte rechazó el viernes la propuesta de Corea del Sur de declarar el fin de la Guerra de Corea — librada entre 1950 y 1953 — como una manera de restaurar la paz, y aseguró que hacerlo podría servir como “cortina de humo para encubrir políticas hostiles de Estados Unidos” hacia Pyongyang.
En un discurso pronunciado esta semana ante la Asamblea General de Naciones Unidas, el presidente surcoreano Moon Jae-in reiteró su llamado a declarar el fin de la guerra, asegurando que podría ayudar a la desnuclearización y a alcanzar una paz duradera en la Península de Corea.
El viceministro del Exterior de Corea del Norte, Ri Thae Song, dijo que el llamado de Moon es prematuro siempre que Estados Unidos no haga cambios en sus políticas. “Debe entenderse con claridad que la declaración del fin de la guerra no ayuda en lo absoluto a estabilizar la situación en la Península de Corea en este momento, y en su lugar podría utilizarse como una cortina de humo para encubrir las políticas hostiles de Estados Unidos”, subrayó Ri.
El vicecanciller señaló que las armas y tropas estadounidenses en Corea del Sur y sus alrededores, y los ejercicios militares frecuentes de Estados Unidos en la región “indican que las políticas hostiles de Estados Unidos (hacia Corea del Norte) son cada día más agresivas”. Pyongyang también ha descrito desde hace tiempo las sanciones económicas impuestas por Washington como evidencia de la hostilidad estadounidense hacia su país.
La Guerra de Corea concluyó con un armisticio y no con un acuerdo de paz, por lo que, técnicamente, la península permanece en un estado de guerra. Corea del Norte ha querido firmar un tratado de paz con Estados Unidos para ponerle fin a la guerra de manera formal y en pos de una subsecuente mejoría en las relaciones, la disminución en las sanciones y la reducción o el retiro de los 28.500 soldados estadounidenses desplegados en Corea del Sur.