Algunos solicitantes de asilo en Estados Unidos que fueron devueltos a México, cuyos procesos estaban ya cerrados pero que vivían en el campamento irregular de Matamoros —a orillas del Río Bravo— fueron informados de que sus casos podrían reabrirse para reiniciar su proceso ya en territorio estadounidense.
La posibilidad de aceptar a migrantes que habían sido rechazados llegó justo cuando las autoridades mexicanas ultimaban el cierre de este campamento y estaban invitando a la gente que quedaba a trasladarse a un albergue.
Pero aunque desde la cancillería mexicana se afirmó vía Twitter que el lugar quedó clausurado el viernes por la noche, el sábado varias decenas de personas continuaban ahí.
Ni el Departamento de Estado ni Seguridad Interna contestaron a una solicitud de comentario formulada por The Associated Press.