La Casa Blanca defendió este jueves la labor que está haciendo en materia migratoria la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que ha recibido críticas de la oposición republicana por no visitar la frontera con México. (ARCHIVO)
La Casa Blanca defendió este jueves la labor que está haciendo en materia migratoria la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, que ha recibido críticas de la oposición republicana por no visitar la frontera con México.
La portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, aseguró estar "perpleja" por las críticas que ha recibido Harris, a la que el presidente Joe Biden encargó la misión de coordinarse con los países de Centroamérica para intentar frenar la llegada masiva de indocumentados a la frontera sur de Estados Unidos.
"Este es un papel que está centrado obviamente en la diplomacia, en trabajar con estos países, con estos líderes" de Centroamérica y México, afirmó Psaki durante su rueda de prensa diaria.
Aunque reconoció que "por supuesto que hay un vínculo" entre abordar las causas de raíz que generan la inmigración irregular y la situación en la frontera con México, subrayó que hay otros miembros del Gobierno de Biden que se ocupan de lo que ocurre en zona limítrofe, como el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
Psaki se pronunció así un día después de que Harris afirmara que no tiene previsto visitar por ahora la frontera sur de Estados Unidos, pero que sí planea viajar "pronto" a México y Guatemala.
En una rueda de prensa este miércoles, un grupo de congresistas republicanos criticó la gestión de Harris y exhibió un envase de leche en el que habían pegado una pegatina con el rostro de la vicepresidenta y las palabras "Desaparecida en la frontera".
"Si ella es la vicepresidenta de Estados Unidos y el presidente le ha encargado ocuparse de esto, la vicepresidenta Harris tiene que ir a la frontera y ver las cosas con sus propios ojos. Porque quizá, si lo hiciera, alentaría al presidente Biden a cambiar sus políticas, que han fracasado", afirmó el legislador conservador Steve Scalise.
Preguntada al respecto, la portavoz de la Casa Blanca insinuó que la oposición está demasiado ociosa y por eso se mete con la labor de la vicepresidenta: "Creo que necesitan más cosas que hacer".
La propia Harris explicó este miércoles, durante un encuentro con expertos en migración y Centroamérica, que la misión que le ha encargado Biden es "diplomática", y está centrada en negociar con otros países para "hacer frente a las causas de raíz" de la inmigración irregular.
Desde que asumió ese reto a finales de marzo, la vicepresidenta ha conversado por teléfono con los mandatarios de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de México, Andrés Manuel López Obrador.
La semana pasada, el Gobierno estadounidense reveló cifras récord de detenciones de indocumentados en su frontera con México, con más de 172,000 en marzo, entre ellos casi 19,000 menores, una cifra histórica.
La Casa Blanca ha insistido en que la frontera "está cerrada" y en que la mayoría de quienes lleguen sin documentos serán expulsados, pero eso no ha rebajado las llegadas a la zona limítrofe.
El Gobierno de Biden ha recibido críticas porque muchos menores que han cruzado la frontera se han quedado más tiempo del permitido por ley en centros de detención gestionados por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza estadounidense (CBP, en inglés), que no están diseñados para niños.