Una metodología basada en la optimización de las inversiones bursátiles para aplicarla en el campo de la ecología funcional señala que la distribución equitativa de especies vegetales diferentes y la presencia de otras raras es fundamental para optimizar el funcionamiento de los ecosistemas terrestres. (ARCHIVO)
Una metodología basada en la optimización de las inversiones bursátiles para aplicarla en el campo de la ecología funcional señala que la distribución equitativa de especies vegetales diferentes y la presencia de otras raras es fundamental para optimizar el funcionamiento de los ecosistemas terrestres.
La investigación, con participación del español Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y publicada por la revista PNAS, diseñó una metodología basada en la inversión bursátil para combinar plantas que maximizan los efectos positivos de la biodiversidad en los ecosistemas
En bolsa se puede invertir en una única compañía o hacer varias de menor cantidad en empresas de diferentes sectores. El estudio indicó que en el campo de la ecología funcional (rama que se centra en el papel de la biodiversidad para el funcionamiento de los ecosistemas) esa segunda opción permite optimizar los beneficios de la biodiversidad en los ecosistemas.
El investigador del CSIC en el Instituto de Ciencias Agrarias y coordinador del estudio, Pablo García Palacios, explicó que para mejorar la restauración de los ecosistemas y la producción agrícola hay que fomentar "la equitatividad funcional entre las especies de plantas y la presencia de especies raras".
Hasta ahora, la forma más habitual de estudiar la biodiversidad ha sido contando el número de especies, pero se pueden emplear otros parámetros.
El equipo diseñó 570 ecosistemas en miniatura a partir de las muestras de hojarasca de 90 especies representativas de seis ecosistemas de tres continentes: tropical, templado, subártico, boreal, zonas áridas y cultivos.
Los resultados señalaron que "en todos ellos es importante la equitatividad funcional de las plantas y la presencia de especies raras, destacando la importancia de estos atributos de la biodiversidad en distintos contextos ecológicos", según Yoann Le Bagousse Pinguet, investigador del francés Centre National de la Recherche Scientifique (CNRS).
La biodiversidad -señaló García- es "determinante para el funcionamiento de los ecosistemas. Por ello, en nuestro estudio, también hemos secuenciado las comunidades de bacterias y hongos del suelo" y se ha visto que la "equitatividad funcional" de las plantas y la presencia de especies raras disminuye la abundancia de los patógenos de las plantas.
El estudio indicó que es "relevante" contar con esta información, ya que la biodiversidad desempeña un papel clave en la diseminación de enfermedades emergentes. "Los ecosistemas diversos limitan la propagación de patógenos al disminuir su concentración cuando pasan de un hospedado a otro", añadió.
"La actual crisis de la biodiversidad provocada por la actividad humana es uno de los retos más importantes a los que se enfrenta la población mundial". Se necesitan -consideró García- "herramientas como la que propone este estudio para identificar combinaciones de especies que maximicen el funcionamiento de los ecosistemas".