El portavoz de los rebeldes hutíes, Mohamed Abdelsalam, dijo hoy que la designación el viernes del nuevo enviado de la ONU para el Yemen, el sueco Hans Grundberg, es 'en vano' sin un acuerdo para parar las hostilidades y levantar el bloqueo impuesto contra el país árabe, en guerra desde 2014. (EFE)
El portavoz de los rebeldes hutíes, Mohamed Abdelsalam, dijo hoy que la designación el viernes del nuevo enviado de la ONU para el Yemen, el sueco Hans Grundberg, es "en vano" sin un acuerdo para parar las hostilidades y levantar el bloqueo impuesto contra el país árabe, en guerra desde 2014.
"La designación de un nuevo enviado de la ONU no significa nada si no hay un anuncio expreso para parar las hostilidades y levantar el bloqueo", afirmó en su cuenta oficial de Twitter el portavoz hutí y principal negociador para la paz de este movimiento chií respaldado por Irán.
En esta línea, recalcó que "cualquier diálogo será en vano antes de abrir los aeropuertos y los puertos como prioridad y necesidad humanitaria", una demanda para iniciar un proceso de paz que los hutíes llevan exigiendo desde 2015, cuando la coalición árabe liderada por Arabia Saudí lo impuso.
Abdelsalam hizo este comentario después de que el viernes la ONU designara a Hans Grundberg como su nuevo enviado especial para Yemen, en sustitución del británico Martin Griffiths, quien se despidió el pasado junio sin haber logrado cerrar un acuerdo para detener la guerra y avisando de que las perspectivas para el país son "desalentadoras".
Durante los últimos meses, Griffiths había impulsado negociaciones para tratar de lograr un pacto en cuatro puntos concretos: la apertura del aeropuerto de Saná al tráfico internacional, la reducción de las barreras para la entrada de buques al país, un alto el fuego nacional y el comienzo de un proceso político.
Sin embargo, los combates continúan y en los últimos días los rebeldes hutíes han anunciado varios avances militares en el centro del país.
El nuevo enviado de la ONU participó en el Acuerdo de Estocolmo, firmado en diciembre de 2018 entre el Gobierno yemení y los hutíes, que buscaba abrir la puerta a un pacto más amplio para la paz, pero muchos de sus puntos no han sido aplicados ni respetados, y uno de sus escasos resultados ha sido el intercambio de prisioneros de guerra entre los dos bandos.
La guerra en Yemen estalló después de que los hutíes conquistaran amplias zonas del norte y el oeste del país en 2014, y se internacionalizó con la intervención de una coalición de países suníes en marzo de 2015 en apoyo del Gobierno, provocando una de las mayores catástrofes humanitarias del planeta, según la ONU.