Viajar es un placer que muchas personas disfrutan. Y decidir dónde hospedarte puede hacer la diferencia entre un excelente viaje y una experiencia de pesadilla. (ARCHIVO)
Viajar es un placer que muchas personas disfrutan. Y decidir dónde hospedarte puede hacer la diferencia entre un excelente viaje y una experiencia de pesadilla.
Cada vez son más las opciones que se tienen, y las principales son el ya tradicional hotel, y dos variables que se han sumado a las alternativas, los hostales y Airbnb.
Te decimos la diferencia entre cada uno de ellos buscando facilitar tu elección.
Hostal
Un hostal es un tipo de albergue donde se ofrece comida y cama por un módico precio. Un detalle importante es que este tipo de alojamiento es compartido, por lo que estarás en la misma habitación que otras personas. Generalmente cuentan con literas (los más económicos).
Es una gran opción para viajeros universitarios o mochileros. Debido a que el espacio es compartido, lo mejor es llevar equipaje ligero.
A favor: Conocerás gente nueva (incluso extranjeros de todo el mundo), desayuno gratis (la mayoría), lugar céntrico, muy económico, tours, cocina propia si deseas cocinar y ahorrar.
En contra: Puede ser difícil dormir si no te gusta compartir espacio, compartes baños y regaderas, no hay privacidad y podrían robarte.
Hotel
Es la opción más común. Puedes llevar todo el equipaje que quieras, usar tus tarjetas y elegir las condiciones en las que deseas llegar. Además de ofrecer confort y seguridad.
A favor: Limpieza diaria, comida dentro del hotel, lujo , privacidad.
En contra: Por lo general se encuentran en sitios muy concurridos, hay mucha gente, no poseen cocina (tienes que pagar extra).
Airbnb
Un Airbnb es una comunidad de personas que ofrecen sus habitaciones o casas por corto tiempo a los viajeros online que van desde un fin de semana hasta un periodo vacacional.
Se trata de una plataforma que pone en contacto a los anfitriones. Actualmente, 192 países cuentan con este servicio. Se ha hecho tendencia por su adaptabilidad y comodidad. Pueden hospedarse familias enteras, grupos grandes o una persona.
Puedes acceder a cualquier tipo de vivienda; desde un penthouse, suites lujosas, habitaciones frente al mar, mansiones, casas de verano o un espacio sencillo pero seguro.
A favor: La experiencia a través de un verdadero lugareño, donde conocerás su cultura, comida, economía y costumbres. Si alquilaste una casa de verano, tienes al alcance tu propia cocina, lo que te ayudará a ahorrar. Gran diversidad.
En contra: Tarifa de limpieza, tarifa cambiante dependiendo del espacio que escojas, debes ajustarse a las reglas. Se recomienda informarse antes y leer su contrato con detenimiento.