Educación física: clave para prevenir el acoso escolar
La Universidad de Córdoba realizó un estudio utilizando un total de 1035 adolescentes de edades entre los 12 y 17 años, pertenecientes a cuatro institutos diferentes.
En su principal conclusión, establecen que los adolescentes que están bien integrados en su entorno, participan frecuentemente en actividades deportivas, mantienen buenas relaciones interpersonales y rechazan la violencia, tienden a estar menos envueltos en fenómenos de acoso escolar.
A todos se les preguntamos sobre su conocimiento del acoso escolar, así como sobre su participación en actividades de educación física.
Y según el análisis, la mejora de su autoestima, su competencia para la autorregulación de los problemas, parece ser relevante para encontrar estrategias para enfrentar los conflictos y evitar entrar en la dinámica de la violencia.
Esta evidencia destaca la importancia de trabajar aspectos como el autocontrol y la autorregulación, que pueden desarrollarse de forma eficaz en las actividades deportivas.
La importancia del grupo
Además de los resultados de este estudio, se ha comprobado cómo la participación en actividades físicas extraescolares, sobre todo de tipo organizado (en club, grupo o equipo) ayuda a los adolescentes a disponer de más mecanismos de defensa frente al acoso y la violencia.
Esto podría deberse a la mejora de habilidades sociales, cumplimiento de roles, reglas y normas dentro de la actividad, más allá incluso de los que practican simplemente actividad física de forma libre, pero sin pertenecer a un grupo, o a aquellos que no la practican.