Estrenó su ópera prima Efímera. (SAÚL RODRÍGUEZ)
El tema de la brevedad de la vida y de los procesos que hay en ella, es algo que surca la inventiva del director mexicano Luis Mariano García, quien durante la 36a. edición del Festival Internacional de Cine en Guadalajara estrenó su ópera prima Efímera. Este trabajo es una producción de Víctor Léycegui, bajo el sello Varios Lobos.
Este film, que fue seleccionado para la competencia del prestigiado Premio Maguey, es protagonizado por la joven actriz Danae Reynaud, quien da vida a Emilia, una adolescente que dirige su enfoque a lograr sus objetivos académicos y además posee la cualidad de notar cierto brillo en las personas que están cerca de la muerte. Ante tal situación, la soledad se vuelve su mecanismo de defensa. Sin embargo, en el transcurso de la narrativa, Emilia enfrenta la negación hacia esta característica de la vida, dándose cuenta de que todo tiene un final.
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La locación se instaló en el Auditorio Telmex de la capital jaliscienseTras la proyección en Guadalajara, Luis Mariano García mencionó en entrevista para El Siglo de Torreón que, en sintonía con la protagonista, él mismo tiende a querer que las cosas duren para siempre y experimenta una angustia en el transcurrir de cada momento especial. Esta historia le surgió a partir de la muerte de una compañera de escuela, evento que lo llevó a cuestionarse cómo la vida de alguien tan joven también podría llegar a su fin.
“Esa visión con el tiempo también me pasa con la vida. Probablemente por eso tengo una obsesión peculiar con la muerte. Y lo efímero, aunque de forma natural no me sale aceptarlo, sé que es lo idóneo porque a fin de cuentas esa es nuestra realidad y no podemos evitar que así sea. Más bien es como mi esfuerzo constante de reconciliarme con esa realidad”.
La ruta de Emilia en esta historia incluye la compañía de Renata (Carla Adell), chica con la que comienza una relación amorosa donde aprenderá a aceptar el destino de las cosas. Cabe acentuar que el encuentro entre estos dos mujeres surge a raíz de la muerte de un personaje, es decir, el final de un proceso da inicio a otro.
“Creo que es muy a propósito que de eso terrible que es la muerte (por más que sea natural no deja de ser terrible), pensar qué sale de ahí, pensar que por más que haya muerte siempre hay vida y el hecho de que precisamente sea este evento de finitud que trae consigo algo nuevo. Creo que esta cuestión de renovación era importante y un poco por eso se van vinculando de esa forma las cosas”.
Juegos con los tiempos
Como se mencionó, si la vida es finita también lo son sus procesos. Ejemplo de ello son las relaciones entre los seres humanos. Esto es algo que también descubre la protagonista, junto con el dolor que permea la aceptación del destino. Aunque no todo es negativo, pues el aprendizaje también le despejara el panorama para dejar de inclinarse en los extremos del tiempo y así disfrutar del aquí y del ahora.
“A fin de cuentas la naturaleza de todo es ser finito, incluso las cosas que concebimos como muy duraderas. De las cosas que más me gustan en la vida es ponerme a leer cómo el universo se va alejar suficiente de los átomos, como para dejar de existir propiamente. Y es interesante pensar eso, que las cosas, por más perpetuas que parezcan, sí están destinadas a la finitud”.
Pero es precisamente una negación de la finitud la que pone en conflicto al personaje de Emilia, quien gracias a su habilidad, recibe con frecuencia el recordatorio de la muerte en forma textual. Esto la lleva a pensar en un futuro trágico, el cual tendrá que abstraer al presente para definirse a sí misma y concientizarse sobre quién es ella.
Recordatorio de finitud
Efímera terminó de filmarse en diciembre de 2019. La pandemia de COVID-19 interrumpió el proceso de postproducción, aunque la historia y el rodaje ya se habían desarrollado. Es coincidencia que el tema de la película se proyecte en una época donde un virus le ha recordado al ser humano que es finito. Por eso el director considera que algunos enfoques de la película se han vuelto más comunes, debido a las vivencias que han afectado a lo colectivo.
“La forma en que es vista la película sí cambia totalmente a partir de, insisto, esta experiencia colectiva de este gran recordatorio. Yo creo que prácticamente todos hemos sufrido pérdidas en estos años y eso, como bien dices, que haya una cosa allá afuera que nos puede matar nos recordó, como que muchas veces estamos muy tranquilos al respecto, como que hemos desarrollado la habilidad como para hacernos medio mensos al respecto. Y es normal, es muy complica pensar a diario que te vas a morir, aunque esa sea la realidad”.
Luis Mariano García considera que la pandemia ha desvanecido una sensación de seguridad y ha recalcado la fragilidad de la misma. Pero es este manifiesto de brevedad, de lo efímero, el que se intenta plasmar también a través del arte y la fotografía.
“Nos interesaba una mezcla, en un esquema muy básico de colores fríos y colores cálidos, para tener una gama bastante monocromática para el mundo de Emilia, su poca movilidad y lo estática que es en cierto lugar, a partir de esta gama de colores fríos (especialmente azules) y tener a Renata como un elemento vivo, vital que aparece en este mundo frío y hasta cierto punto lo va llenando de ese color y esa vitalidad”.
Respecto a la fotografía, se empleó un sentido funcionalista que no recayera en preciosismos. Existen algunos momento lumínicos que destacan, pero en general se trata de una luz bastante neutra. En cuestión de la colocación de la cámara, el director sí trabajó más detalladamente.
“Me interesaba la lógica de esta misma cuestión tan estática. Sé que suena irónico, pero me parece que Emilia, al momento de estar tan pensando en el futuro, en el presente casi ni existe y en el presente está un poco quieta y estancada. Quería que la cámara reflejara eso y nuevamente lo fuera perdiendo. Igual su rigidez, con encuadres bastante planos y rígidos, un poco opresivos en algunos momentos, que nuevamente se fuera perdiendo conforme Renata entra a su vida”.
Por último, el director mexicano recalcó la importancia de que espacios como el FICG se llevan a cabo a pesar de la pandemia, puesto que son trampolines que permiten un primer acercamiento con el público, para que se denote la existencia de las películas y faciliten así su distribución.