Este domingo 8 de agosto se realizará la tradicional guardia de honor, al pie de su estatua.
ablar del inolvidable Valente Arellano Salúm, es hablar de un revolucionario del toreo mexicano, es hablar de un lagunero que escribió su nombre con letras de oro en la historia de la tauromaquia nacional.
EN EL RECUERDO
Hoy se cumple un aniversario más, el número 37, de aquella fatídica fecha en la que el destino decidió que Valente no pertenecía más a este mundo y que su vida había acabado, de una manera tan intempestiva como pasional era su toreo. Apenas un lustro le bastó para demostrar como novillero que una indiscutible figura del toreo había nacido en Torreón, Coahuila, llenó escenarios y realizó proezas que ningún novillero mexicano ha logrado igualar, tomó luego la alternativa y poco pudo actuar ya doctorado, pues la muerte apareció para sorprenderlo en una motocicleta.
Su legado es imborrable en la memoria colectiva de los taurinos laguneros, comenzando con su propio padre, Valente Arellano Flores, quien renegó cuando su vástago decidió dejar los estudios, pero gozó como nadie cada muletazo, cada trincherazo y cada triunfo. De la mano de su padre, Valente dio sus primeros capotazos, recibiendo luego instrucción de Fermín Espinosa "Armillita Chico", a quien de inmediato impactó por su calidad en ciernes y por su arrolladora personalidad.
También Miguel Espinosa, Manolo Arruza, Alejandro y David Silveti, pudieron ver en acción al joven lagunero, siendo ellos ya matadores que estaban tejiendo sus propias carreras taurinas, encontrando en Valente Arellano Salúm, a un derroche de clase y carisma. El debut para Valente, como novillero, llegó el 21 de octubre de 1979 en la acogedora plaza "Alberto Balderas", de Ciudad Lerdo, donde alternó con Alfonso Hernández "El Algabeño", lidiando toros de Santacilia, dando apenas el primer paso de una exitosa carrera.
TRÁGICO FINAL
Durante 1981 y 1982 llegó el apogeo de la carrera de Valente, mostrando todo su arte, repertorio y arrollando con su carisma, destacando a nivel nacional no solamente en la prensa deportiva, sino también en la "prensa del corazón", ya que se le llegó a relacionar sentimentalmente con bellas cantantes que estaban de moda por ese entonces.
El 4 de junio de 1984, Valente se doctoró, tomó la alternativa en la Monumental Lorenzo Garza de Monterrey, teniendo como padrino al gran Eloy Cavazos, mientras que como testigo fungió Miguel Espinosa "Armillita". Solamente pudo lidiar Valente nueve corridas, ya como matador de toros, dejando constancia de su enorme calidad y obteniendo trofeos en plazas de la "provincia" mexicana. Justo dos meses después de tomar la alternativa, la fatídica noche del 4 de agosto de 1984, a Valente lo tomó por sorpresa el destino y a bordo de su otra pasión, una hermosa motocicleta deportiva, nueva, perdió la vida Valente cuando circulaba a gran velocidad por la avenida Juárez de esta ciudad; falleció al día siguiente, en un hospital.
El legado del "Valiente Valente" permanecerá en La Laguna por toda la eternidad.
CORRIDAS
pudo lidiar Valente Arellano ya como matador de toros, antes de la tragedia.