En ocasiones la varilla no tiene el grueso necesario o el cemento es de mala calidad.
Cuando una obra no se hace con la calidad establecida en el contrato, es el propio constructor el que tiene que asumir la responsabilidad por lo que ya han sido varias las construcciones que se han tenido que volver a hacer.
Así lo reconoció la titular de la Secretaría de la Contraloría del Estado (Secoed), Raquel Leila Arreola Fallad, al asegurar que esta Administración puso a disposición de los contralores el laboratorio de obra para que tengan la certeza de que los materiales que se aplican en las obras que se hacen con recursos públicos son exactamente los de la calidad que se necesita que tengan dichas obras, además de que puedan constatar el avance que llevan.
Desconoció el número de obras irregulares que se han detectado, aunque aseguró que en todos los casos se han vuelto a hacer por parte de los constructores.
TAMBIÉN LEE Estados gastan más en deuda que en obra pública
Un análisis arroja que de las 32 entidades, hasta 15 de ellas están en esta situación"El laboratorio de obra tiene trabajando seis años y las irregularidades que se han encontrado, que para nuestra fortuna no han sido muchas, ha sido precisamente la calidad de los materiales y donde ha habido esas situaciones inmediatamente la obra se tira y se vuelve a hacer", manifestó en entrevista.
RESPONSABILIDAD DE LA CONSTRUCTORA
Aunque desconoció cuántos casos se han registrado, aseguró que todos "han sido por responsabilidad y el costo que absorben los constructores se han repuesto, todas se han repuesto".
Esto pasa cuando el laboratorio de obra ha encontrado alguna situación que no satisface los requerimientos como el grueso de la varilla y la calidad del cemento ya que las obras que se entregan a los ciudadanos deben ser de la mayor calidad, porque se llevan a cabo con recursos públicos.