Las perspectivas literarias de los escritores coahuilenses Luis Jorge Boone (Monclova, 1977) y Carlos Velázquez (Torreón, 1978), se encontraron este martes en la 49a. edición del Festival Internacional Cervantino (FIC) para realizar un conversatorio sobre la narrativa del desierto coahuilense, mismo que fue moderado por la Secretaría de Cultura de Coahuila.
Boone, quien se enlazó virtualmente desde Madrid, aportó que la primera “narrativa del desierto” como tal, surge a principios de la década de los noventa. En aquel momento, escritores como Daniel Sada, Jesús Gardea o Gerardo Cornejo, desde sus trincheras literarias en Coahuila, Sonora y Chihuahua, comenzaron a hablar de ciudades, personajes y temáticas que no eran abordadas con frecuencia en las letras mexicanas.
“Algunos se quedaron a escribir desde el norte, desde el desierto, desde la frontera y algunos otros como Daniel Sada migraron. Sin embargo conservaron sus paisajes, conservaron sus temas y conservaron el interés de estas historias que ellos habían absorbido muchas veces cuando eran muchachos”.
Por su parte, Carlos Velázquez, quien se encontró en Casa Coahuila, sede de la delegación coahuilense en Guanajuato durante el FIC, comentó que desde hace algunos años, el norte del país comenzó a protagonizar en la literatura y poco a poco, las ciudades dejaron de ser los núcleos de las historias.
“Estos fenómenos que se empiezan a crear, a acomodarse, es cuando empieza a emerger la narrativa del norte, del desierto, es cuando empieza a posicionarse. Nosotros empezamos a tener, a sentir cierta validez por lo que estábamos intentando hacer. Como dices, muchos autores se tuvieron que ir a la Ciudad de México porque pareciera ser el único territorio válido desde el cual podías escribir, publicar e incluso, como tema, era el único tema válido que podía ser aceptado por la tradición literaria mexicana”.
Otro tema que se tocó fue la literatura que emergió tras la guerra contra el narcotráfico, pues antes de este fenómeno político y social, las localidades norteñas aparecían escasamente en la literatura nacional.
“Resulta que de vivir en una ciudad aburrida, donde nunca pasa nada, donde no hay nada que decir, tu ciudad aparece en las noticias de una primera plana, en The Guardian de Inglaterra, y resulta que esa desventaja que tuviste, esa hambre de escribir sobre asuntos cotidianos, te está diciendo que ahora la desventaja la tiene el mundo”, cerró Velázquez.
Otro tema que se tocó fue la literatura que emergió tras la guerra contra el narcotráfico. (EL SIGLO DE TORREÓN)