Los especialistas coincidieron en que se requieren acciones urgentes desde todos los sectores. (ARCHIVO)
El cambio climático ya está aquí y "nos estamos acercando, irremediablemente, al punto de no inflexión", por lo que el reto en las ciudades es enorme, advirtió Eglantina Canales Gutiérrez, secretaria de Medio Ambiente en el Gobierno de Coahuila.
"Lo que enfrentamos es muy serio", reconoció. Esto en el panel de discusión "Estrategias de Resiliencia en las Ciudades Semidesérticas", organizado por el Instituto Municipal de Planeación y Competitividad de Torreón (Implan), en el marco del programa Octubre Urbano, donde participaron Joaquín Murrieta, de Watershed Management Group, Guadalupe Peñuñuri, exdirectora del Implan Hermosillo, Jorge Villanueva, de la Universidad Autónoma de Coahuila, José Antonio Ramírez Reyes, director del Implan y Diana Camacho, directora de área en Medio Ambiente de Torreón.
Los especialistas coincidieron en que se requieren acciones urgentes desde todos los sectores, tanto del Gobierno como de la sociedad civil, investigadores, de modo que se puedan mitigar los efectos del cambio climático.
Canales señaló que el cambio climático inició con la Revolución Industrial y 100 años después sus efectos se hicieron evidentes. En este sentido, dijo que lo que se enfrenta en el país es muy serio y se refirió a la sobremortalidad que se tuvo el año pasado a raíz del COVID-19, de arriba de 500,000 personas, que es un indicador claro de lo que puede ocurrir si no se toman acciones.
Indicó que esta sobremortalidad es por una causa asociada al cambio climático pero también a las ciudades, a la movilidad, los estilos de vida, la falta de conciencia planetaria, de conciencia comunitaria y personal.
"No es algo que va a pasar (el cambio climático), es algo que está pasando y con lo que tenemos que ver, si todavía tenemos posibilidades reales de vivir", comentó.
Expuso que la infraestructura verde es una gran salida en las ciudades, pero no será posible si los procesos de planeación y crecimiento de las ciudades no empiezan a ordenarse con un nuevo sentido que vaya más allá de la cuestión económica, de tener que alentar construcciones de vivienda, comerciales, industriales y de todo tipo, en lugares donde no deben estar, porque ello acrecentará el problema y ocasionará más inundaciones, en términos de las lluvias.
"Entre más grande sea la ciudad, más problemas vamos a tener con los lugares que se van a calentar y sobrecalentar y nos van a dar golpes de calor, y la gente también se muere de eso, esto que pasó en la pandemia es una de las muchas señales que nos dijeron que iban a pasar: el incremento de enfermedades que no conocíamos por esa toma del espacio que hemos hecho de la naturaleza de manera tan poco preventiva", expuso.
Dijo que las soluciones de hoy no son sencillas, pero advirtió que "nos estamos acercando, irremediablemente, al punto de no inflexión". En este sentido, admitió que el reto es enorme.
El director del Implan advirtió que no se puede permitir que se "normalicen" los efectos adversos del cambio climático, como el alza de las temperaturas y las inundaciones, que no son algo normal y que se requieren acciones para poder modificarlo. Indicó que los tiempos son apremiantes.