El volumen de barriles que el mundo demandó en 2020 de los trece miembros de la OPEP se situó en 22.2 mbd este año, 7.1 mbd menos que en 2019, y se calcula que suba hasta los 27.2 mbd en 2021, según el informe. (EL SIGLO DE TORREÓN)
La OPEP advirtió este jueves de que nuevas cepas más contagiosas de COVID, el aumento de las infecciones y el lento proceso de vacunación pueden empañar la recuperación económica y la demanda mundial de crudo, al menos, en el primer trimestre de 2021.
La demanda petrolera mundial cayó en 2020 un histórico 9.8 %, hasta los 90 millones de barriles diarios (mbd), y solo recuperará este año parte de ese descenso, mientras que la incertidumbre económica se prolonga en los primeros compases de 2021.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) calcula en su último informe mensual que el mundo quemó una media de 90.01 mbd de crudo, una ligera subida de 20,000 barriles diarios respecto a los cálculos de hace un mes. Para 2021 se prevé una recuperación parcial de la caída del año anterior, de 5.9 mbd, equivalente a un 6.5 %, la misma cifra que el mes anterior, aunque la OPEP considera que al inicio de 2021 persisten los nubarrones económicos.
"Si bien es muy probable que se produzca una fuerte recuperación económica mundial en 2021, la profundidad y la magnitud del rebote sigue resultando incierto", valoran los analistas de la OPEP.
"Han surgido nuevas variantes de virus, todavía hay un aumento considerable de infecciones -particularmente en las economías occidentales - y los programas de vacunación en grandes economías han tenido un comienzo lento, factores que pueden empañar la recuperación, al menos, en el primer trimestre", agregan.
Debido a las sombras que aún persisten, la OPEP ha mantenido sus cálculos sobre el crecimiento económico mundial en 2021 en el 4.4 %, pese a que considera que existe un mayor "potencial alcista".
Grandes economías como Alemania, China, Reino Unido y Japón han impuesto nuevas restricciones para contener las nuevas cepas de la covid-19, mientras que la velocidad de los programas de vacunación sigue siendo decepcionante.
En las últimas semanas el optimismo sobre las vacunas contra el coronavirus parece haber perdido fuerza frente a las noticias negativas por la propagación del virus.
"Las incertidumbres siguen siendo elevadas y los principales riesgos a la baja son los problemas relacionados con las medidas de contención de la covid-19 y el impacto de la pandemia en el comportamiento del consumidor", señala el reporte.
RECUPERACIÓN EN EL SEGUNDO TRIMESTRE
Con todo, la OPEP cree que a medida que pase el tiempo la vacuna abrirá un proceso de reactivación definitiva de la economía mundial a finales del segundo trimestre y que ganará impulso en verano.
"Se espera que ese impulso sea liderado por el consumo, especialmente en el sector servicios, y particularmente en las áreas de viajes, ocio y hostelería", consideran los analistas del grupo petrolero.
La acumulación de capacidad de compra por los meses de encierro y los estímulos monetarios ayudarán a ese repunte, que en el hemisferio norte coincidirá con la temporada veraniega, según el informe.
La OPEP indica que sus pronósticos para 2021 parten de la base de "una recuperación vigorosa de las actividades económicas, incluida la producción industrial, una mejora del mercado laboral y mayores ventas de vehículos que en 2020".
"En consecuencia, se prevé que la demanda de petróleo aumente de manera constante este año, apoyada principalmente por el transporte y los combustibles industriales", concluyen los expertos del grupo.
Respecto a los suministros petroleros, los competidores de la OPEP bombearon en 2020 una media de 62.69 mbd, una caída de 2.5 mbd debida sobre todo a descensos en la producción en Rusia, Canadá y Reino Unido. Para 2021 se calcula que produzcan una media de 63.53 mbd.
El volumen de barriles que el mundo demandó en 2020 de los trece miembros de la OPEP se situó en 22.2 mbd este año, 7.1 mbd menos que en 2019, y se calcula que suba hasta los 27.2 mbd en 2021, según el informe.
La OPEP y un grupo de aliados, encabezado por Rusia, decidió el pasado mayo retirar del mercado 9.7 mbd para hacer frente al desplome de los precios por la crisis del coronavirus.
Ese recorte se moderó hasta 7.7 mbd en agosto y volvió a aliviarse en enero en 0.5 mbd, hasta 7.2 mbd.
En febrero estaba previsto rebajar el recorte en otro medio millón de barriles, pero la expansión de los contagios y nuevas restricciones en numerosos países frenó esa posibilidad.
Después de maratonianas negociaciones, los ministros de energía de la OPEP+, la alianza entre los trece socios de la organización y diez productores aliados, acordaron el pasado 5 de enero reducir su oferta en más de 900,000 mbd, aunque ello solo debido a una acción unilateral y voluntaria de Arabia Saudí.
Riad cerrará sus grifos en un millón de barriles diarios durante febrero y marzo, meses en los que bombeará 8,25 mbd, mientras que Rusia y Kazajistán aumentan sus extracciones en 65,000 y 10,000 barriles diarios, respectivamente.
El precio del barril de referencia de la OPEP cotizó ayer miércoles a 55.81 dólares, en medio de una clara tendencia alcista que muestra desde principios de noviembre, con una subida acumulada del 55.5 %, o de casi 20 dólares.