Estados Unidos alcanzó este miércoles 31,859,044 casos confirmados y 569,361 fallecidos por COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. (EFE)
Estados Unidos alcanzó este miércoles 31,859,044 casos confirmados y 569,361 fallecidos por COVID-19, de acuerdo con el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins.
Este balance a las 20:00 hora local (00:00 GMT del jueves) es de 948 muertes más que el martes y de 72,188 nuevas infecciones.
California es ahora el estado más golpeado por la pandemia con 61,175 muertos, seguido por Nueva York (51,732), Texas (49,748), Florida (34,616), Pensilvania (25,819), Nueva Jersey (25,271) e Illinois (24,018).
Otros estados con un gran número de fallecidos son Georgia (19,829), Ohio (19,033), Michigan (18,130), Massachusetts (17,498) o Arizona (17,199).
En cuanto a contagios, California suma 3,724,333, le sigue Texas con 2,864,040, tercero es Florida con 2,184,354 y Nueva York es cuarto con 2,012,806.
El balance provisional de fallecidos -569,361- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100,000 y 240,000 muertes a causa de la pandemia.
El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha pronosticado que en total morirán más de 600,000 personas en el país a causa del virus.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME, por sus siglas en inglés) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que para el 1 de julio habrán muerto unas 610,000 personas.
En lo que a vacunas se refiere, unos 134,4 millones de personas (un 40.5% de la población) han recibido al menos una dosis, de las cuales 87.6 millones (26.4 %) están ya completamente inoculadas, según los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).