La competencia actual por un nuevo mundo sobre ruedas se pelea en diversos frentes. Por un lado, Tesla y otros jugadores eléctricos, por otro, el hambre de producto combinada con la capacidad productora de China dan forma a un escenario de flexibilidad y eficiencia que no se había visto antes. (EL UNIVERSAL)
La competencia actual por un nuevo mundo sobre ruedas se pelea en diversos frentes. Por un lado, Tesla y otros jugadores eléctricos, por otro, el hambre de producto combinada con la capacidad productora de China dan forma a un escenario de flexibilidad y eficiencia que no se había visto antes.
Los consumidores que están más acostumbrados cada día a la satisfacción inmediata del comercio online hacen obsoleto aquel criterio de Henry Ford acerca de “cualquier color siempre que sea negro”, para dar paso a una búsqueda de personalización máxima, la cual hace cada día menos práctico acumular grandes inventarios en patio de producción, y aún menos en las concesionarias.
Diversificar los inventarios representan un costo y, si algo necesitan por igual el consumidor, el corporativo, el accionista y el mundo actual es evitar costos innecesarios. En este sentido, las tecnologías digitales trabajan a favor de eficiencia y velocidad en planta, desde antes de integrarse a la línea de producción hasta en el final de su ciclo de vida.
Aquellas imágenes de documentales en blanco y negro de inhumanas naves de producción con embotados trabajadores absortos en monótona actividad han quedando superadas, sustituidas por tecnificadas líneas con contados técnicos facilitando la integración de componentes en autos que ya están vendidos desde antes de nacer. Una de las más revolucionarias adiciones en la línea es la incorporación de los sistemas blockchain en los componentes que, a grandes rasgos no es más que un súper número de serie con grandes poderes y alcances.
El blockchain permite, entre otras funciones, ligar cada parte con cada auto en que se aplicó, permitiendo reducir el robo de autos completos y sus partes, detectar y corregir problemas de calidad, y manejar con mayor eficiencia el inventario de refacciones para servicio.
La integración tecnificada de la producción con una aplicación de pedidos de la red de concesionarios permite producir solamente con base a pedidos cerrados, con la personalización generando una orden de trabajo a detalle. Es decir, si en el piso de venta el promotor tiene un cliente que desea acabado exterior en rojo carmín, vestiduras en piel tono gris oscuro, paneles con aspecto de madera, y el paquete de audio de 13 bocinas, al momento de facturar se genera un pedido a planta con específicamente estos componentes ligados a un chasis. Y, a su vez, los proveedores de panel, pintura, audio y tapicería actualizan su programa de embarques a la planta de origen.
Este nivel de personalización anteriormente estaba limitado a Maybach, Rolls-Royce, Ferrari y Bentley, debido a que los costos asociados al inventario requerido para cumplir con estos deseos hacían prohibitivo tomar esta opción para otros segmentos y otro tipo de autos. Esta no es la única tecnología que está mejorando la producción de vehículos, pues el avance de la tecnología no solo está pensado para mejorar las demandas del cliente. En este otro sentido, destacan las tecnologías que sirven para facilitar, eficientar y hacer más cómoda la vida a los trabajadores de las fábricas automotrices de hoy.
Tal es el caso de la planta de Zuffenhausen, Stuttgart, en Alemania, donde se ensambla el nuevo Porsche Taycan. Ahí, la línea de producción se ha modificado a tal punto que, en sí misma, no existe una “línea”. En su lugar, son programadas unas plataformas móviles autónomas (tipo planchas) que pueden ser modificadas de manera diaria para buscar mejores maneras de trabajar o, bien, adaptarse a la cantidad de trabajadores que haya en cada turno.
Dentro de esta misma planta, existen las innovadoras pinzas de sostén en el coche que pemiten que éste gire hasta 300 grados en un eje horizontal para evitar que un operador de la “línea” tenga que agacharse o mirar hacia arriba para apretar un tornillo, conectar alguna manguera o cualquier otra maniobra.
Así como estas nuevas asistencias hacen que se utilice menos fuerza física en la construcción de un auto, garantizan una mejor calidad del mismo, factor que beneficie al cliente. Por esa razón, esta semana te presentamos los avances tecnológicos más importantes en las fábricas de autos. Algunos de ellos ya están presentes en las más avanzadas, mientras otras están por convertirse en un estándar en su modo de trabajo. De cualquier manera, resulta interesante echarles un vistazo para entenderlas.