Gobiernos municipales optaron por restringir el acceso. (LUCÍA PÉREZ)
Cada 2 de noviembre, los panteones se llenan de flores y gente que va a visitar a sus difuntos. El Día de Muertos, es una de las celebraciones emblemáticas de México. Una ocasión para recordar a los que ya se fueron.
Limpia de lápidas, música, comida, reuniones son parte de las costumbres que por primera vez se vieron interrumpidas en 2020 a causa de la contingencia sanitaria por COVID 19.
El virus no daba tregua y ante la falta de una vacuna o medicamentos, los gobiernos municipales optaron por restringir el acceso a los panteones. Hoy, son reabiertos, pero son restricciones: no se permite entrar a mujeres embarazadas o niños.
En Saltillo hay tres panteones y desde las 8 de a mañana se observaron largas filas para el ingreso. Los puestos de flores se concentraron de manera improvisada en las calles aledañas. Policías y personal de salud también se dieron cita para evitar aglomeraciones, caos vehicular e instalar protocolos sanitarios. Tampoco entraron quienes traían una temperatura corporal superior a los 38 grados.
El clima fue benigno, como se conoce en Saltillo, una temperatura promedio de 26 grados, sol, y aire fresco permitió a los visitantes disfrutar de esta tradición.
Hasta el cierre de edición se reportó saldo blanco en las festividades.