Cinematografía. El filme de Edgar Nito se encuentra disponible en la plataforma digital de Amazon Prime Video.
En la nocturnidad, una carretera es iluminada por la luz de una camioneta. El vehículo avanza con su rugir por el camino y llega a un destino donde deja ver su interior repleto de tanques y mangueras. De repente se ve a los tripulantes hurgando en la tierra, buscando alguna entrada para acceder a un fruto. La encuentran. Comienzan a trabajar, el líquido se escucha fluir por las mangueras. Pero alguien más llega y un estruendo interrumpe las labores. Así comienza la cinta Huachicolero (2019), dirigida por el mexicano Edgar Nito y actualmente disponible en la plataforma de Amazon Prime Video.
En entrevista, el cineasta comentó que fue a finales de 2015 cuando escuchó por primera vez sobre el fenómeno del huachicoleo, como popularmente se le conoce al robo de gasolina. Entones Nito se encontraba en Irapuato, Guanajuato, lugar del que es originario y donde el tema resonaba solo a nivel local.
En aquel entonces, el huachicoleo no había encabezado las portadas de los diarios nacionales e internacionales. Casi no se hablaba del tema en ninguna parte, eso fue motivo suficiente para que Nito decidiera redactar un guion y filmar una película.
"También me llamaba mucho la atención porque (la situación) me recordaba al cine western de los asaltantes de caminos, pero ahora en los ductos, en la carretera de manera contemporánea. Y bueno, quería hacer un retrato sobre lo que estaba pasando en el lugar donde crecí".
Una vez concluido el guion y obtenido el financiamiento, la filmación arrancó en 2017, dos años antes de que se registrara la gran explosión en Tlahuelipan, Hidalgo, donde el 18 de enero de 2019 perecieron 73 personas y 74 más resultaron heridas tras participar en un acto masivo de huachicoleo.
En la cinta, Eduardo, el protagonista, es un adolescente que se enamora de una chica que asiste a su telesecundaria y para conquistarla trata de cortejarla con bienes materiales. Pero Eduardo está inmerso en una situación económica austera y, en medio de su inocencia, toma la decisión de involucrarse en el robo de gasolina, sin tener la intención de convertirse en delincuente. En estos parajes, la frontera entre el bien y el mal es una línea casi invisible.
"El amor y su inocencia nos llevan a descubrir un mundo de robo y de extracción ilegal de gasolina, y de los peligros que hay alrededor de ella".
Así, como en la realidad, la inocencia y la violencia conviven en Huachicolero. El drama de los menores de edad que entran en caminos ilegales por una causa banal, es algo que se repite en todo el mundo.
"Ya no es esta ambición gigantesca de pertenecer a una organización delictiva, sino simplemente algo más a su alcance como unos tenis nuevos o dinero para poder salir con sus amigos. Y eso sucede aquí y en muchas partes del mundo".
La cinta fue rodada en la localidad de Aldama, municipio de Irapuato. Nito corrigió aspectos de guion para adaptarse a los espacios que encontraba. Quería un tono naturalista en su obra. Eso le permitió moldear la historia conforme a los escenarios que otorga ese lugar donde sucede la extracción ilegal de gasolina.
La fotografía corrió a cargo de Juan Pablo Ramírez, quien aprovechó las fuentes de luz natural y artificial del espacio. Si en algún momento, sobre todo en la noche, había que colocar una lámpara de la producción, la propuesta era que había que integrarla a la historia, como si fuera una herramienta de los personajes.
En cuanto al sonido, Orlando Luna fue el encargado de captar diálogos y ambientes, para posteriormente entregar la batuta a Omar Juárez, uno de los mejores diseñadores sonoros que tiene el país.
A mediados de 2019, Huachicolero se estrenó con éxito en el Guanajuato International Film Festival (GIFF). Sin embargo, no tuvo buena respuesta por parte de las distribuidoras mexicanas, a quienes el tema les parecía sensible. Nito supone que la causa podría ser la proximidad de la explosión en Tlahuelipan.
Es por esa razón que se decidió distribuir la película de manera independiente a través de Amazon Prime Video, poniendo el trabajo a concesión de la plataforma.
"Luego somos más sensibles a nuestras propias historias en el sentido de que normalmente hay situaciones tristes que no nos enorgullecen como país y al verlo en la pantalla de cine tomamos distancia."
