Carolina Favela se dedica a la decoración de pasteles, considera que su sello es la personalización en cada una de sus creaciones. (ARCHIVO)
Para Carolina, la decoración de pasteles es su pasión y considera que su sello particular es el detalle que le imprime a cada una de sus creaciones, pues le gusta dar un servicio personalizado a cada cliente y entregar postres que reflejen lo que tienen en mente.
Claudia Carolina Favela tiene 27 años y estudió Gastronomía. Desde que recuerda, siempre le ha gustado elaborar postres, siendo niña visitaba a su abuela en Cuencamé durante las vacaciones, ahí aprendió a cocinar su pastel favorito, el de tres leches de vainilla.
Sus abuelos tienen un pequeño restaurante y, en una ocasión, su abuela le pidió que horneara una docena de kekis para ofrecerlos a los clientes, que no se vendieron, pero a la semana siguiente le volvió a hacer este mismo pedido y los comensales que ya los habían visto, los buscaron, de modo que poco a poco se fueron comercializando.
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Todos los programas para fortalecer el sector han sido abandonados, señaló Ramos RamosLa propia clientela le fue exigiendo mejorar las cuestiones de decoración, por lo que tuvo que tomar algunos cursos para poder satisfacer a la gente en este sentido.
"A veces me pedían: quiero a Campanita o quiero a Hello Kitty, yo no sabía cómo hacerlo y eso me obligó a tomar cursos, a tener que aprender lo que me estaban exigiendo, así me fui dando cuenta de que eso me gustaba y que sí tenía talento para ello", comenta.
La venta en Cuencamé se ha mantenido desde entonces. Carolina dice que son sus mejores clientes, junto a las comunidades de Velardeña y Pedriceña. Considera que el sello de su negocio es que todos los pasteles son 100 por ciento caseros y que el servicio es personalizado por completo, por lo que en la tienda se le puede encontrar atendiendo y tomando nota de los pedidos la mayor parte del tiempo.
"Me gusta estar aquí para yo entenderte, cuando me piden un pastel yo pregunto, me gusta conocer los detalles, hay parejas que me dicen 'yo voy a ir de charro', 'quiero que el pastel tenga plateado, que en los laterales lleve mis iniciales', 'como novia tengo un toque de rosa en el ramo, mi cabello irá recogido', todo eso me gusta anotarlo, entenderlos, estar con el cliente, eso me identifica", explica.
En alguna ocasión, la joven trató de enfocarse a la decoración sin estar presente en la tienda, de modo que pudiera invertir todo su tiempo en decorar y así lo intentó pero no funcionó, porque no podía entender con todo el detalle lo que querían los clientes y, además, comenzó a sentirse triste sin dar el trato personal a la gente.
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Dentro del operativo que se realiza como consecuencia del Estudio de Calidad que realizó el Laboratorio Nacional de Protección al ConsumidorLa pastelería se llama Cookies & Cakes. Sus principales clientes son las mamás, para los cumpleaños de sus pequeños, así como adultos mayores, que quieren festejar a sus nietos.
La pandemia por COVID-19 significó una oportunidad para cambiar la forma de trabajar y ahora se realiza todo sobre pedido y es mínima la venta en vitrina. Carolina dice que, en su momento, buscó algunos apoyos económicos de programas gubernamentales para poner su negocio pero a cambio debía hacer algún tipo de proselitismo para partidos políticos, por lo que optó por ahorrar durante algunos años y buscar el apoyo de su familia.
Para quienes buscan emprender un negocio, la joven recomienda esforzarse cada día y no darse por vencidos, ser constantes, con la convicción de que pueden lograr las metas, y sobre todo, trabajar con pasión.