La Justicia rusa ha blindado al Kremlin de eventuales reveses electorales. (ARCHIVO)
La Justicia rusa ha blindado al Kremlin de eventuales reveses electorales con la proscripción de las organizaciones del encarcelado líder opositor Alexéi Navalni, cuyo entorno prometió no quedarse de brazos cruzados y continuar la labor de su movimiento político.
"Ahora nuestras oficinas se convertirán en unidades políticas autónomas que actuarán de forma independiente", dijo este jueves en un vídeo la mano derecha de Navalni, Leonid Vólkov.
Según Vólkov, durante los últimos años, los coordinadores, empleados y voluntarios de las estructuras del líder opositor adquirieron una gran experiencia que les será "útil" en esa nueva etapa de trabajo como autónomos.
VETO AL MOVIMIENTO DE NAVALNI
La Justicia rusa ilegalizó este miércoles el Fondo de Lucha contra la Corrupción (FBK) -azote del enriquecimiento ilícito entre altos cargos rusos- , el Fondo para la Protección de los Derechos de los Ciudadanos (FZPG) y la red de oficinas del opositor, al declararlas "extremistas" e impedir así a sus miembros y seguidores presentarse como candidatos a elecciones a cualquier nivel.
El fallo implica que cualquier persona que se haya asociado con estas tres organizaciones o solo las haya apoyado de alguna forma no pueda presentarse a cargos públicos hasta por cinco años.
Además, los empleados, así como aquellos que tratan de dar continuidad a las organizaciones prohibidas, afrontan la amenaza de hasta seis años de cárcel.
Para la acusación, "los objetivos reales" de las actividades de las estructuras de Navalni "son crear las condiciones para cambiar los cimientos del orden constitucional, inclusive a través de una 'revolución de color'", en alusión a revueltas populares en el espacio postsoviético promovidas desde el exterior, según Moscú.
"¿Acaso son extremistas los llamamientos a un cambio pacífico del poder?", escribió en Telegram este jueves Iván Pávlov, uno de los letrados que defendieron a las organizaciones en el juicio.
BLINDAJE DE CARA A SEPTIEMBRE
Varios expertos coinciden en que la proscripción de las estructuras de Navalni busca "limpiar" el espacio político de cara a las elecciones legislativas del 19 de septiembre.
Según el analista Vladislav Inozémtsev, las autoridades rusas han alcanzado un nuevo nivel en la "creación de un Estado totalmente fuera del control de los ciudadanos".
Varios opositores rusos, que ya han emigrado, compartieron su experiencia con el portal Meduza.
"Navalni ha creado una plataforma virtual que puede funcionar sin vinculación con un lugar concreto. Ahora la emigración ya no es como en los años setenta, da lo mismo desde donde trabajas", considera el economista y colaborador de Navalni, Vladímir Milov, refugiado en el extranjero.
A su vez, Oleg Jomutínnikov, del grupo opositor Rusia Abierta, declarado como "organización indeseable" en este país, opina que en periodos preelectorales las autoridades son más "vulnerables" y hacen todo lo posible para "preservarse" y blindarse ante "escenarios imprevistos".
Agregó que las autoridades han conseguido sus objetivos "a corto plazo" y volverán a tener un "Parlamento de bolsillo".
El propio Navalni asoció el fallo con las prisas del Kremlin por impedir el apoyo ciudadano al "Voto inteligente" de cara a las elecciones de septiembre, una campaña ideada por él que consiste en respaldar al candidato que tenga más opciones de derrotar al representante del partido oficialista Rusia Unida.
Según los sondeos, la intención de voto de Rusia Unida está por debajo del 30 % en Rusia y ronda el 15 % en Moscú, donde Navalni cuenta con muchos partidarios, a poco más de tres meses de las elecciones legislativas de septiembre.