Escasez, una palabra que empieza a sonar en medio de la pandemia de COVID-19. Hoy, la ausencia y la falta de materias primas, la sequía, la falta de semiconductores y, más aún, el colapso en los centros logísticos son una constante que acelera más las proyecciones del crecimiento en los precios en el mundo. (EL SIGLO DE TOREÓN / JOSÉ DÍAZ)
Escasez, una palabra que empieza a sonar en medio de la pandemia de COVID-19. Hoy, la ausencia y la falta de materias primas, la sequía, la falta de semiconductores y, más aún, el colapso en los centros logísticos son una constante que acelera más las proyecciones del crecimiento en los precios en el mundo.
El Banco de México tomó acciones de política monetaria al elevar la tasa de interés de 4.25 a 4.5 por ciento; además, aumentó las proyecciones de inflación para 2021, al pasar de 4.8 a 5.7 por ciento.
A diferencia de otros años, hoy las empresas mantienen sus inventarios al mínimo con el objetivo de obtener las mayores ganancias tras los estragos de la pandemia.
Las agencias de autos, el sector electrodoméstico y algunos productos agrícolas se enfrentan a la palabra escasez. La industria automotriz ha sido la principal afectada por las disrupciones en las cadenas globales de valor, cuya principal expresión ha sido la escasez de componentes como los semiconductores o chips, luego de que la industria electrónica de consumo acaparara la demanda de estos insumos para la producción de teléfonos, tabletas y computadoras.
En esta misma tendencia las materias primas de diferentes sectores muestran alzas significativas en precios, lo que está presionando el costo final de los precios al consumidor. Tal es el precio internacional del acero, que presenta un crecimiento del 200 por ciento. Este escenario de "falta de" ha impactado de forma directa en los precios al consumidor.
Gabriela Siller, analista económica y financiera de Banco Base, explicó que lo que se vive en el mundo actualmente es una desincronización ocasionada por la pandemia y la apertura de la economía por el sector servicios. "Dentro de esta desincronización se observa una escasez de productos, cuellos de botella en las entregas en algunos centros logísticos y el incremento en los precios internacionales de los commodities y al mismo tiempo la reapertura del sector servicios del año pasado".
Siller dijo que dentro de esta desincronización está también las diferencias que existen en algunas economías a nivel global tanto en el proceso de vacunación como en la reactivación.
Hay economías, como la de Estados Unidos, que ya están en un proceso de expansión económica, mientras que otras se recuperan lentamente, como es el caso de México. Detalló que lo que estarán haciendo las autoridades monetarias, como es el caso del Banco de México, es controlar la demanda agregada a través de la tasa de interés; sin embargo, reconoció que todavía no hay mucha claridad, ya que la pandemia no ha terminado.
Detalló que en el sector agrícola hay un serio problema de sequía y esto afecta los precios porque es una menor oferta de productos agrícolas. "Este impacto en los precios tiende a ser temporal", por lo que estimó que se empiece a dar una mayor oferta de productos agrícolas.
Para el economista Axel Amarillas, la oferta de mercado tuvo que dejar de producir debido al cierre económico. "Hoy las empresas tienen sus inventarios al mínimo porque la pandemia sigue y existe la incertidumbre sobre un nuevo cierre", pero al mismo tiempo se está dando una reactivación y esto genera escasez, principalmente en bienes de consumo duradero y semiduradero.
Este desajuste en el mercado, comentó el catedrático de la Universidad Autónoma de Coahuila, se espera que sea temporal; sin embargo, ya existe preocupación por la tendencia que muestra la inflación subyacente, la cual está cercana al 5.6 por ciento. Explicó que la inflación subyacente nos muestra la tendencia que seguirán los precios al finalizar el año.
Para el entrevistado, el tema de la escasez será más recurrente en los próximos años; sobre todo se analizan temas sobre economía sustentable y cambio climático.
Por su parte, el economista Daniel González Torres explicó que la economía internacional no mostraba una tendencia a la escasez de productos desde la Segunda Guerra Mundial. "Los países se enfrentaban a la problemática de la falta de suministros y bienes; lo que vemos actualmente con la pandemia es que las desigualdades se acentuaron... Sí hay productos, pero solo unos pocos pueden adquirirlos y estos sectores o estas economías acaparan los bienes, lo que empieza a elevar el precios de estos", precisó.
Los mercados muestran muchas distorsiones; por ejemplo, el sector automotriz, la industria de los electrodomésticos, de las consolas y de los electrónicos están sujetos al suministro de semiconductores, o, por ejemplo, el precio del acero o precio internacional del maíz, que tienen un impacto directo en otros ramos económicos. "Un dato positivo es que la Organización de Países Exportadores de Petróleo empezó a acelerar la producción".
Para González Torres el tema viene ligado a la escasez y al encarecimiento de los precios al desarrollo sustentable y cambio climático; "ya Joe Biden, presidente de Estados Unidos, puso este tema sobre la mesa e incluso volvió una política de Estado la producción de los autos eléctricos que se suma a China y a otras economías, además su plan de infraestructura está vinculado a proyectos relacionados con el desarrollo sustentable. Creo que después de la pandemia, al fin de la pandemia, empezaremos a ver cambios significativos en materia económica y uno de ellos será el relacionado con una mejor administración y distribución de los recursos, ya que nos estamos dando cuenta de que son limitados y no se consiguen al instante".
Preocupa a IP aumento de tasas de interés
Luego de que Banxico subiera la tasa de interés de 4.25 a 4.5 % para bajar las presiones inflacionarias, el sector empresarial consideró que esta pudiera no ser la mejor decisión, pues podría derivar en una contracción de la inversión y no reduce la estimación de inflación que se tiene de terminar el año hasta con 6.5 %.
Mariano Serna, presidente de la Canaco, dijo que ha sido evidente el proceso inflacionario y una de las formas en que el Gobierno puede reducirlo es mediante incentivar las tasas de interés, pero indicó que esto frenará aún más el consumo interno y encarecerá los créditos a los negocios, para poder acceder a financiamientos más blandos, de modo que se pueda invertir y generar una mejor economía. “Se sube la expectativa de inflación, si estamos en un 4 % estimamos que va a acabar como en un 5.8 % o 6.5 %, que no veíamos desde hace muchos años”, expresó.
Señaló que los comerciantes de bienes y servicios han tratado, por todos los medios, de ser competitivos y no impactar sus precios al consumidor final; sin embargo, indicó que hay productos donde se ha vuelto imposible.
Carlos González, presidente de la (Canacintra, cuestionó que, en otros países, como Estados Unidos, donde la tasa de referencia está en 0.25 %, ahora con este incremento que se tendrá en México, de 4.25 a 4.5 %, es un diferencial que impactará en la productividad de las empresas.
“Seguimos arrastrando la cobija y vemos que los aumentos de la tasa de interés nos pegan bastante, estos aumentos mayores lógicamente van a ir repercutiendo en todos los créditos que estamos fincando”, explicó, “vemos con cierto, se podría decir temor, que todo se trata de leyes en contra de la Iniciativa Privada, a pesar de que venimos de un año de pandemia por COVID-19 y se debería ayudar a la reactivación económica para que se mantengan los empleos”.
Señaló que en la actual administración federal se ha observado prácticamente que es “ley tras ley tras ley” que solo impactan al sector empresarial.
Recordó que el acero ha tenido un 137 % de aumento y todo ha subido, por lo que la inflación realmente se ha dado.
Inflación
Inflación histórica en México:
*Año 2020: 3.15 %
*Año 2019: 2.83 %
*Año 2018: 4.83 %
*Año 2017: 6.77 %
*Año 2016: 3.36 %
*Año 2015: 2.13 %
*Año 2014: 4.03 %