El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó este domingo preocupación por la escalada de tensiones en la frontera entre Líbano e Israel, pidiendo a las partes que se contengan y colaboren con los efectivos de su misión. (ARCHIVO)
El secretario general de la ONU, António Guterres, expresó este domingo preocupación por la escalada de tensiones en la frontera entre Líbano e Israel, pidiendo a las partes que se contengan y colaboren con los efectivos de su misión.
En un mensaje divulgado por su portavoz, Guterres transmitió su "profunda preocupación por la reciente escalada entre Líbano e Israel en la Línea Azul, incluyendo el fuego de misiles hacia Israel y los bombardeos y fuego de artillería de vuelta hacia Líbano".
El diplomático llamó "a todas las partes a ejercer la máxima contención y colaborar activamente con el nexo y los mecanismos de coordinación de Unifil (la misión de la ONU para Líbano)". "Es primordial que todos los actores involucrados eviten acciones que puedan elevar más las tensiones y llevar a un error de cálculo", agregó.
El embajador de Israel en la ONU, Gilad Erdan, en una reacción a ese mensaje poco después, consideró "desafortunado" que Guterres "establezca una equivalencia moral entre ataques perpetuados por organizaciones designadas" e Israel, y denunció que no atribuyera a Hizbulá los ataques.
El pasado miércoles, tres cohetes fueron lanzados desde el Líbano contra territorio israelí, una acción que no fue reivindicada por ningún grupo pero que Israel sospecha de facciones palestinas presentes en el sur del país árabe.
Israel respondió con tres rondas de artillería y, horas más tarde, durante la madrugada del pasado jueves, con un bombardeo.
En respuesta, Hizbulá lanzó el viernes una veintena de cohetes desde el sur del Líbano hacia Israel, alegando que esta acción fue por el bombardeo aéreo de Israel de la víspera, el primero desde la guerra que libraron en 2006, según las autoridades libanesas.
La escalada de tensión se produce cuando el Líbano roza el colapso, azotado por una grave crisis económica, con la inflación disparada y con escasez de productos básicos, medicinas y combustible; mientras perdura el bloqueo político a la espera de que el primer ministro designado, Najib Mikati, el tercero en menos de un año, forme gobierno en los próximos días.