Las noches mexicanas están llenas de deliciosos platillos nacionales, pero un abuso en el consumo puede dejarte una 'pesada' recompensa. (ARCHIVO)
Pozole, tamales, flautas, tostadas, enchiladas, durante las celebraciones de septiembre, en México se hace gala de las mejores y más tradicionales recetas. El único problema es que tras pasar las noches mexicanas y con las festividades invernales en el horizonte, la báscula se vuelve un enemigo de casi todos.
La cocina nacional, aunque deliciosa, contiene una gran carga de calorías y carbohidratos debido a las formas de cocción, por lo que si se te pasa la mano a la hora de cenar es posible que acumules un hasta un kilo de una sola sentada.
Aunque tal vez no se trate de los atracones de fin de año cuando la báscula llega a marcar de 4 a 8 kilos más, se recomienda moderarse.
Tomemos como primer ejemplo el tradicional pambazo. Uno de chorizo y papa contiene aproximadamente 330 calorías, aunque estas aumentan sobre todo por la forma en que es preparado y los ingredientes que lo acompañan como la crema y queso.
Por otra parte están las flautas, ese delicioso platillo que puede ir relleno de pollo, papa o carne. Debes de tener cuidado al momento de comerlas ya que poseen un alto contenido calórico. Una pieza rellena de pollo aporta 314 calorías, así que haz la cuenta, si te comes 4 flautas bañadas de crema y queso es muy probable que tu dieta se haga añicos.
Contrario a lo que podría parecer, el pozole es uno de los platillos más balanceados nutrimentalmente. Un plato de 300 mililitros contiene solo 240 calorías, aunque pueden aumentar si lo acompañas con chicharrón, tostadas con crema u otros antojitos.
Lo recomendable es consumir media taza de pozole con 650 gramos de carne, verdura (cebolla, rábanos, lechuga), limón y chile, sin olvidar agregarle aguacate.
También están las gorditas, casi nadie se puede resistirse a unas deliciosas gorditas rellenas de chicharrón y más si llevan frijolitos. Sin embargo, tienen más calorías que un plato de pozole. Cada gordita contiene 314 calorías. Las quesadillas no pueden faltar en el menú y dejando de lado la controversia sobre si deben o no llevar queso, una quesadilla frita rellena de queso y carne contiene 596 calorías y el número puede aumentar si además se le pone crema y queso rallado encima.
LAS BEBIDAS TAMBIÉN CUENTAN
Para quienes festejan con muchas ganas, las bebidas alcohólicas preparadas no pueden faltar. El tequila es el invitado de honor y brindar con un caballito de 30 ml solo aportará 100 calorías, aunque no todos gustan de someter a la garganta al picor de un “shot”.
En su lugar, hay quienes prefieren ponerse creativos subiéndose al barco de la coctelería y es aquí, donde las calorías atacan silenciosamente. Por ejemplo, un Martini de chocolate de tan solo 74 ml, puede llegar a tener hasta 4188 calorías. En pocas palabras, es el doble de las que necesita el cuerpo humano para funcionar un día completo.
Salir por un par de bebidas puede añadir 500 calorías o más a tu ingesta diaria ya que la mayoría tienen poco o nada de valor nutricional.