La mayoría de las veces son utilizadas solo por vanidad. (ESPECIAL)
Es muy normal ver a perros de ciertas razas con alguna cirugía estética como el corte de la punta de sus orejas o de su cola.
En los años 80, los implantes testiculares para los canes castrados se inventaron, en 1990 se hizo muy popular la cirugía de mentón la cual consiste en elevarlo para poder prevenir el babeo excesivo.
Aunque parezca un poco extraño, la rinoplastia es bastante frecuente en las razas de perro con nariz achatada.
Los cambios por las cirugías estéticas caninas solo por vanidad, pueden llegar a repercutir en las mascotas, aunque existen casos en los que es necesario acudir a ellas para solucionar problemas de salud del perro.
Muchas veces es necesario eliminar el exceso de piel para prevenir infecciones o facilitar su respiración, según el portal de National Geographic.
A veces los dueños de estas mascotas, utilizan las cirugías para “embellecer” a su can y poder ganar concursos caninos o peleas.
Lo que no se ve al momento de realizar las cirugías, es que a largo plazo el perro podría sufrir de infecciones bacterianas por la falta de protección en los oídos, ya que se le quita la barrera que evita entren partículas de polvo u otros compuestos que podrían dañar el oído.