
La prevalencia de intolerancia a la lactosa se presenta en un 30% de la población en México. (ARCHIVO)
En esta ocasión, queremos platicarte la diferencia entre una leche deslactosada y una leche sin lactosa, ya que probablemente te has preguntado ¿cuál de estas es la mejor opción para ti? Para esto vale la pena recordar que la lactosa es el azúcar naturalmente presente en la leche y que contribuye al sabor característico.
La lactosa, está formada por dos azúcares más simples que se encuentran unidos, hablamos de la glucosa y la galactosa. Para que nosotros la podamos digerir adecuadamente es necesario que la glucosa y la galactosa se encuentren separadas y esto sucede con la ayuda de una enzima llamada lactasa.
DIGESTIÓN DE LA LACTOSA
Los humanos, producimos naturalmente esta enzima, en cantidades importantes durante los primeros años de vida y generalmente con el paso del tiempo, nuestro cuerpo la va dejando de producir. En ausencia de la lactasa, nos resulta más difícil digerir la lactosa, lo cual en algunas personas se llega a manifestar con síntomas de intolerancia a la lactosa.
La intolerancia se caracteriza por malestares estomacales de diferente intensidad, comúnmente dolor, inflamación y hasta diarrea.
Es importante mencionar que la deficiencia de lactasa no en todas las personas causa intolerancia a la lactosa. Se ha identificado que la deficiencia de lactasa tiene un componente étnico y en el caso de la población latina, puede llegar a presentarse hasta en un 70 a 80% de la población. No obstante, muchas personas de este grupo pueden seguir consumiendo leche y sus derivados sin presentar ninguna incomodidad.
Se ha calculado que la prevalencia de intolerancia a la lactosa se presenta en aproximadamente un 30% de la población en México, aunque no hay suficientes estudios que comprueben esta cifra.
EL AUTODIAGNÓSTICO
Por otro lado, se ha observado que existe un alto autodiagnóstico de este padecimiento, que desafortunadamente lleva a muchas personas a suspender el consumo de los lácteos, privándose injustificadamente de sus beneficios nutrimentales como son su aporte de calcio, proteínas y vitamina D, entre otros. La recomendación de los expertos en nutrición es que antes de hacer cambios drásticos en la alimentación se consulte a un experto y se compruebe la existencia de la intolerancia por métodos de diagnóstico que ya existen.
Pero ya sea que tengas un diagnóstico confirmado por un especialista o sospeches de presentar este tipo de intolerancia, puedes seguir consumiendo leche, porque gracias a los avances en la tecnología actualmente existen productos deslactosados y sin lactosa, que nos permiten recibir los beneficios de la leche sin presentar molestias digestivas.
LECHE DESLACTOSADA
Las leches deslactosadas fueron las primeras en estar disponibles en el mercado y son leches adicionadas con lactasa, con lo cual se consigue la separación de la lactosa en sus dos componentes básicos, siendo una alternativa para personas que presentan intolerancia a la lactosa.
Las leches deslactosadas, por la presencia de glucosa libre, tienen un sabor dulce que no agrada a todas las personas.
Para estas personas, la leche sin lactosa resulta una excelente alternativa ya que cae bien y conserva el sabor original de la leche y no sabe dulce.
Así que ya lo sabes, si presentas síntomas de intolerancia a la lactosa, ya hay una opción más de leche que se adapta a tus gustos y necesidades.