Su historia hace que otros padres compartan sus propias experiencias similares. (INTERNET)
Gemma Tyson, una madre de familia de 39 años que vive en Bristol, Inglaterra, contó a través de Facebook la embarazosa historia de la vez que confundió cinta adhesiva en el oído de su hijo, por un gusano en su cerebro.
Esto ocurrió en 2019, explica, cuando su hijo se quejó de que algo molestaba su oreja. La madre pensó que era cerilla, pero era pegajosa y no podía sacarla. Creyendo lo peor, que un parásito se había alojado en la cabeza de su hijo, lo llevó al médico. De entrada los doctores no estaban seguros de qué se trataba y decidieron hacerle estudios al niño.
Fue hasta horas después que Ashton confesó que había metido cinta adhesiva en su oreja semanas atrás y que nunca la pudo sacar. En efecto, sólo se trataba de eso, lo que dejó a la madre avergonzada, pero también aliviada de que no fuera otra cosa.