La tripulación del barco tardó 6 horas en darse cuenta que su ingeniero estaba desaparecido. (INTERNET)
Un marinero que cayó por la borda en el Pacífico Sur, sobrevivió gracias a una boya abandonada hacia la que nadó y se aferró hasta que pudo ser rescatado, 14 horas después.
Vidam Perevertilov, un ingeniero de 52 años, desapareció del Silver Supporter en algún lugar entre Nueva Zelanda y la isla Pitcairn, el pasado 16 de febrero. En el mar, vio una ‘mancha negra’ y nadó hacia ella. La ‘mancha’ resultó ser una boya de pesca a la deriva.
El hijo de Perevertilov, Marat, de Lituania, le dijo al sitio de noticias Kiwi Stuff que “la voluntad de sobrevivir de su padre era fuerte".
Pasaron seis horas antes de que la tripulación se diera cuenta de que Perevertilov había desaparecido, pero su registro de trabajo indicaba que debió haberse caído poco después de las 4 de la mañana, a unas 400 millas, 643 kilómetros, al sur de las Islas Australes de la Polinesia Francesa.
Perevertilov, que salió a cubierta para buscar aire, no recuerda cómo ni por qué se cayó, así que piensa que pudo haberse desmayado.
El Silver Supporter hizo una llamada de auxilio y pronto un avión de la Armada francesa estacionado en Polinesia se unió a la búsqueda, mientras el servicio meteorológico de Francia analizó los patrones de viento y las corrientes para ayudar a determinar dónde pudo haberse desviado Perevertilov. “Todos temíamos lo peor, dada la magnitud del Océano Pacífico y sus fuertes corrientes. Así que el hecho de que Silver Supporter lo encontrara y sobreviviera es simplemente asombroso”, dijo Laura Clarke, alta comisionada británica en Nueva Zelanda y gobernadora de las Islas Pitcairn, en un comunicado.
Sobre la boya, Marat comenta que su padre dijo que prefería dejarla en el mar, “para que pudiera salvar la vida de otra persona".